En Puebla, 68 por ciento de la población pertenece a la denominada clase baja porque forman parte de hogares en donde, a pesar de juntar todos los recursos, los ingresos son menores de 11 mil 343 pesos en promedio al mes.
De acuerdo con el estudio “Cuantificando a la Clase Media 2021”, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Puebla se encuentra el cuarto lugar a nivel nacional con el mayor porcentaje de clase baja de su población.
Chiapas es el estado con el mayor porcentaje de su población en condiciones de clase baja, 80.2 por ciento, es decir, cuatro de cada cinco personas viven en hogares con ingresos menores a los 11 mil 343 pesos al mes. El segundo lugar es para Guerrero donde 75.8 por ciento de la población, es decir, tres de cada cuatro, se encuentran en clase baja; mientras que Oaxaca aparece en tercer lugar con 73.9 por ciento.
Las entidades con menor clase baja son, la Ciudad de México con 38 por ciento; Colima, 42.8 por ciento; Jalisco, 45.2 por ciento; Baja California, 45.8 por ciento; Sonora, 46.5 por ciento; y Querétaro, 47.1 por ciento.
En promedio, los ingresos de la clase baja son menores a 11 mil 243 pesos al mes. En el medio urbano, la clase baja tiene ingresos menores a 12 mil 977 pesos al mes; mientras que en la zona rural, se considera a la clase baja con ingresos menores a nueve mil 313 pesos.
En la clase baja, 36.8 por ciento de quienes reciben un salario por sus actividades trabaja en un negocio independiente, personal o familia; 33.1 por ciento en corporaciones, compañías o empresas privadas; 71. Por ciento en el gobierno; y 0.8 por ciento en instituciones no administradas por el gobierno.
En promedio, en 34.6 por ciento de los hogares de clase baja cuentan con una persona que tiene un salario formal; mientras que solo 2.1 por ciento de los hogares tiene un trabajador independiente formal; y 14.4 por ciento de las viviendas tiene a un miembro que es director, mando o jefe.
En 22.3 por ciento de los hogares en condiciones de clase baja, habita una persona con alguna discapacidad. En el medio urbano, en 21.2 por ciento de las casas de clase baja se encuentra una persona con alguna discapacidad; mientras que, en el medio rural, el porcentaje sube a 23.7 por ciento.
La investigación del Inegi reporta que en los hogares de clase baja, el promedio de estudios de los adultos es de 8.2 años, es decir, se quedaron en tercero de secundaria y no concluyeren el nivel básico escolar.
De la misma forma, el análisis revela que 18.6 por ciento de los hogares de la clase baja cuenta con, al menos, un adulto con mínimo de un año en educación superior, es decir, que ya cursó los primeros dos semestres de una carrera.
Respecto a la situación de la jefatura de los hogares de clase baja, 23.8 por ciento se encuentran en unión libre. 45.9 por ciento está casada; 9.6 por ciento, separada; en 2.5 por ciento de los hogares, divorciada; en 12.6 por ciento viuda; y en 5.6 por ciento son soltera.
En los hogares de clase baja, la edad promedio de sus integrantes es de 31.4 años; mientras que el número de integrantes es de 3.9. En 22 por ciento de los hogares de clase baja, la edad de la cabeza de la familia es de 65 o más años.
CHM