La doctora Mariana Robles, con especialidad en ginecología, es una activista de feminismo y de una medicina no centrada en peso, que a raíz de cambiar su enfoque al momento de dar consulta, se percató de que se pueden realizar cambios en la manera de brindar atención médica a mujeres.
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En entrevista para MILENIO la doctora compartió que tiene ya varios años de formación en feminismo y al ver la necesidad ante la escucha de las violencias que atravesaban sus pacientes, se dio cuenta de que podía empezar a ejercer una medicina con enfoque feminista. Comenzó a notar que había una implicación mucho más integra en cuanto a salud cuando daba un enfoque de género y que los resultados clínicos iban mejor, al obtener más información de sus pacientes.
"En el camino, me encontré con el tema de la gordofobia, porque aunque yo era respetuosa con mis pacientes, sí las mandaba a hacer dietas y a bajar de peso, tenía algunas prácticas que aprendí del sistema educativo de la medicina tradicional en México, y escuchando a las propias pacientes fue cuando me di cuenta de que estaban generándose dolores y violencias que no se estaban visibilizando", mencionó.
Posterior a ello, la doctora comenzó a capacitarse sobre el tema de la gordofobia, cambió de enfoque y paradigma al momento de brindar atención médica y ha sido algo que ha ido creciendo, porque ahora hay más aliadas en medicina que también están tratando de cambiar el enfoque al momento de realizar su labor dentro de la medicina.
El objetivo de la médica es cuidar la salud mental evitando generar culpas individuales, conociendo a las pacientes más allá de su peso, "no importan cuanto peses, yo te voy a estudiar, te voy a dar un diagnóstico y un tratamiento.
"Buscamos brindarles recomendaciones más directas y ejecutables, porque la recomendación de 'baja de peso' en una consulta médica no es ejecutable. Tienes que darle herramientas y cuando el peso dejé de ser el centro de tus objetivos, empiezas a ver que hay indicadores de salud que son trabajables y que además, van a llevar a la paciente a un estado de bienestar más sostenible, con mejor salud mental y sin generar culpas", añadió la médica.
Los parámetros de salud a valorar pueden ser: el vínculo con la comida, las horas de descanso, cómo se está menstruando, cuidados en la piel, el cabello, estado de humor, "todos los indicadores se están olvidando por voltear a ver el número de una báscula".
La gordofobia y el feminismo no son dos luchas separadas
La doctora mencionó que lo primero que hay que hacer es visibilizar que no son problemas individuales, son problemas sociales y colectivos, ya que no hay forma de que una persona nazca programada para rechazar o cuestionar sus tamaños y sus formas, eso es algo aprendido.
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Destacó también que las mujeres son socializadas desde la infancia, como personas al servicio de otros y por lo tanto deben de cumplir con estándares de belleza, que cumplan con los requerimientos de los demás.
"En esta socialización se nos impone una belleza, que normalmente una belleza hegemónica no es algo que al menos como mexicanas se pueda lograr de una forma sana, que son cuerpos altos, delgados, las facciones de una belleza europea son muchas veces el estándar a seguir y ello provoca que culpabilicemos nuestros cuerpos, pero desde lo aprendido de la sociedad", puntualizo.
Hablar de gordofobia y de feminismo no son dos luchas separadas. La gordofobia es de las violencias que más aqueja a las mujeres y forma parte de los cuatro pilares de la violencia estética. Los cuatro pilares son: el sexismo, la gerontofobia, el racismo y la gordofobia.
"La medicina que se ejerce actualmente y la que nosotras estamos proponiendo, es una medicina que tiene el mismo objetivo, seguimos queriendo fomentar hábitos de autocuidado y salud. Lo que tiene descuidado el paradigma actual de la medicina es la salud mental y la diversidad corporal como algo que ocurre de manera natural, en todas las especies de organismos".
Colectiva médica verde violeta
La doctora lleva más de 10 años acudiendo a la marcha del 08 de marzo, comenzó yendo sola, pero con el tiempo se fue conformando la colectiva médica verde violeta, en la que cada vez más colegas se han ido sumando.
"En esa colectiva encontré aliadas en la medicina, porque para mí una limitante para salir del closet del feminismo en medicina era no tener otros referentes. Cuando yo comienzo a tener referentes y amistades que se dedican a la medicina y hablan de feminismo, me empiezo a sentir mucho más cómoda", agregó Mariana Robles.
El 2023 será el tercer año que marchan como colectiva y en esta ocasión se tendrá la particularidad de que se están creando alianzas con otras activistas, específicamente con activistas de cuerpos grandes. Han convocado a la marcha hablando de la pluralidad en mujeres, llevando el mensaje de que las mujeres son diversas, derribando la idea de que el patriarcado las quiere en el mismo molde.
La marcha iniciará en la Glorieta de Insurgentes y tendrán que presentarse antes de las 14:00 horas para generar pancartas, realizar intervenciones e intercambiar historias. El punto al que llegarán será el Zócalo capitalino donde esperan poder emitir algunos discursos del movimiento para extender el mensaje con el resto de mujeres que asistan a la marcha.
DMN