De la tragedia que sembró más de 200 muertos y centenares de heridos en las calles del populoso barrio de Analco y colonias vecinas, hoy se cumplen 26 años. El aniversario luctuoso no es solo recordatorio de un duelo, sino de una deuda pendiente con la ciudad y sus sobrevivientes afectados por el estallido de colectores: Ni una disculpa pública se ha hecho a nombre de autoridad alguna en más de un cuarto de siglo (de culpables ni se habla pues hace años se dio carpetazo al tema). Segura de sí, una mujer ha impedido que se entierre también la historia de un movimiento social que nació un año después, para exigir atención a los damnificados. Es Lilia Ruiz Chávez, presidenta de la asociación 22 de Abril en Guadalajara A.C., quien habla con MILENIO Jalisco de esta lucha, próxima al vigésimo quinto aniversario.
¿Empezaron la lucha al cumplirse el primer aniversario de las explosiones?
“Sí, vamos a cumplir 25 años como asociación y 25 de lucha. Vamos a cumplirlos el 4 de mayo”.
¿Y qué ha pasado en 25 años que no se acaban de resolver las demandas que han mantenido?
“Principalmente la falta de voluntad política… Ha habido, hay, el interés de acallarnos, de disolvernos, de apostarle a que vayamos muriendo y borrar el asunto: Que hubo un pueblo víctima no de una, sino muchas negligencias y que no han querido reconocerlo”.
¿Ven interés político de callarlos pese al cambio de partido en el poder?
“Sí, eso nos quedó muy claro desde el principio. Querían (las autoridades en turno, PAN y PRI, en 4 sexenios y medio) que el 22 de Abril pasara a la historia ya sin recordarnos. Desde 1993 hasta ahora… El primer año de la actual administración, el gobernador (Aristóteles Sandoval) no tuvo tiempo de recibirnos por más que le solicitamos audiencia… En casi seis años lo hemos visto dos veces, en una sola entrevista al año de su administración y otra vez porque nos colamos a un evento”.
¿Se cumplieron los acuerdos?
“Se han cumplido muchos, pero no todos. Cobramos el seguro de vida, nos ofreció 5 mdp para el Fideicomiso, uno por año, aunque nosotros le pedimos 10 mdp, y uno de los problemas son los medicamentos. El compromiso es que se nos entregue medicamento de patente y de manera puntual. Y eso es lo que más nos ha fallado. No es un capricho, es una necesidad… porque así los hemos consumido todo este tiempo. Exigimos la mayor calidad ante una negligencia que nos afectó. Esta fue una situación especial y como tal debe ser la atención… pero nos presionan para ser ingresados al Seguro Popular, donde además de que ni medicamento tienen, tampoco ofrece el 100 por ciento de cobertura. Cubre lo básico, pero lo que nosotros requerimos son tratamientos de especialidades que no entran en el Seguro Popular. Tener medicamentos de patente es producto de nuestra lucha de muchos años y no tiene porqué venir ahora cualquier autoridad a decir se los quito, a partir de aquí ya no”.
¿Les han presionado por ese lado?
“El primer año que no conseguimos audiencia con el gobernador, estuve yo recibiendo funcionarios de su parte para ofrecernos finiquitar el Fideicomiso. Fue un ruego, y vamos a hablar, te invitamos a desayunar… Me intentaban convencer y me la pintaban tan bonito: les va a tocar casi medio millón de pesos a cada uno, me decían. Como si eso fuera mucho. Una cirugía mayor de corazón, alguna enfermedad renal, y se nos va a ir el dinero y quedaremos totalmente desprotegidos. Por eso no aceptamos”.
Afirma que hay quienes esperan que se calle Lilia Ruiz y se acabó el problema…
“Sí, algunos apuestan a eso. Yo no sé qué hubiera pasado de otra forma, no menosprecio la capacidad de mis compañeros. A esto hay que entrarle con todo. Yo a esto le he metido todo mi tiempo, todos mis recursos de todo tipo. Ignoro cuánta gente estaría dispuesta a hacerlo. Y sí, me causa preocupación ver que le apuestan a que seamos menos, a que yo ya no esté, a que ya no pueda, así de fácil. Por eso lo de los medicamentos, cosa que me parece criminal pero si así actúan, así piensan”.
¿Por qué seguir en la lucha tantos años?
“Porque no ha habido quién más lo haga. Quienes han tenido la fuerza suficiente, quienes tenían la voz fuerte para hablar por todos se vendieron al gobierno, se dejaron manipular… Incluso hay damnificados que dicen que ya hay que darle vuelta a la página, que no hay que ser víctima toda la vida. Pues yo no quisiera, pero las circunstancias nos han obligado, nos victimizó la negligencia, la corrupción, las omisiones, la falta de voluntad política, la falta de sensibilidad… Es muy triste que no contemos con autoridades capaces de resolver eso”.
¿Ha recibido ataques para acabar el movimiento?
“Han hecho de todo. Me difamaron, trataron de amedrentarme... al principio me amenazaron de muerte y hasta intentaron comprarme. Yo decidí desde entonces que no iba ni a tener miedo, ni a tener precio”.
Le han difamado…
“Se me ha calificado de dramática, de corrupta, de que manejo a mis compañeros como esclavos, que les quito lo que reciben económicamente; si no fuera por todas las satisfacciones que yo he recibido cada vez que les ayudo en alguna cosa, por el cariño y la confianza que me tienen, ya habría renunciado. Nos hemos convertido en una familia… Fui aprendiendo a lo largo de todos estos años que las difamaciones son parte de quienes estamos en luchas sociales. Y eso me hizo más fuerte. En otra circunstancia no habría aguantado saber que se hablara de mí tan mal, y ya aprendí que se habla mal solamente de una persona que está haciendo algo grande y que por cada enemigo, tengo cientos de amigos”.
¿Les han pedido una disculpa institucional por lo que pasó?
“Nadie se ha disculpado jamás en 26 años”.
¿Cómo víctimas han perdonado a quienes pudieron ser responsables de la tragedia?
“Eso es algo muy íntimo, muy personal, que tendría que responder cada persona. Yo creo que en mayor o menor grado unos sí, otros no y algunos prefieren no recordar… Yo creo que el perdón nos ayuda a sanar. En lo particular yo he perdonado, pero no olvido, y creo que más allá de nosotros, habrá quienes lleven en su conciencia el dolor que sufrimos el día de las explosiones y el dolor que estamos padeciendo ahora, que no se acaba”.
Frase
MC