El confinamiento no ha sido sinónimo de quedarse en casa para algunas familias que han decidido salir a presas sin las medidas de seguridad. En un recorrido por comunidades, MILENIO observó a varias personas rodeando la presa La Laborcita, abusando de que no hay vigilancia.
“Pues pescamos y nos metemos a nadar, no nos da miedo. Allá abajo hay más personas pescando” dijo un joven mientras asistía con otros amigos.
Originarios de la comunidad de San Juan de Otates, desde temprano salieron en grupo de tres para buscar un poco de pescados en zona protegida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) una vez obtenido lo que pescan, lo preparan en su casa para consumo propio y el resto lo ponen a la venta, pues entre pobladores se ayudan.
“Venimos con familiares, aprovechamos para agarrar pescados, nos robaron un tubo para pescar. Aquí es tranquilo, aquí no da miedo” platicó el joven quien decidió omitir su identidad por seguridad.
Descender a la presa no es sencillo para quien resulte nuevo en la zona, para conseguirlo deben bajar por una cortina de cemento que mide más de 5 metros de altura, algunos lo hacen con cuidado, otros se avientan y mientras más rápido sea el proceso, es como logran llegar a la presa.
En el lugar también se encontraba otra familia compuesta por dos niñas, quienes se quedaron en la orilla de la presa mientras sus padres subían al cerro a cortar unos cuantos nopales, su auto ha quedado estacionado arriba, pese a que son vecinos de la comunidad y se ha exhortado a la población evitar salir a la calle salvo a realizar actividades esenciales, para ellos es un día cualquiera “vinieron de día de campo” al intentar entrevistaron decidieron no acceder.
MILENIO consultó a la Dirección de Protección Civil, a través del departamento de comunicación social de la Secretaría de Seguridad de León, quienes comentaron que “la presencia permanente fue durante el operativo Guadalupe Reyes, ahora se acude de manera intermitente durante el día y cuando se recibe algún reporte”.