El presidente de la Asociación Nacional para la Promoción y Defensa de los Usuarios de la Seguridad Social (Anpadeuss), Jorge Díaz Galindo Hurtado, señaló que la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) afectará aún más la capacidad de atención del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que tiene sus propias deficiencias y sufre la saturación de sus hospitales de alta especialidad.
Luego de que el Senado aprobará en fast track la reforma presidencial que pasará las funciones del Insabi al renombrado IMSS-Bienestar, refirió que éste no cuenta con la infraestructura material y personal para atender a 19 millones de mexicanos de un día para otro.
"Por mencionar algo, hoy el IMSS tiene un grave deterioro y deficiencia en camas, ya que sólo trabaja con la tercera parte de las que debería tener; sólo en la delegación poniente faltan mil 800 camas para que los pacientes ingresados sean revisados o los posquirúrgicos sean subidos a piso. Con los especialistas pasa lo mismo y algunas zonas del país siguen sufriendo el abasto de medicamentos", comentó Díaz Galindo.
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Fue una decisión de golpe y porrazo
El también líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en el Estado de México mencionó que con la reforma el IMSS-Bienestar recibirá infraestructura y hospitales que están en grave deterioro y requieren de mantenimiento, lo cual también requiere mucho dinero.
"Fue una decisión que los diputados y senadores no estudiaron con detenimiento y por ende no previeron recursos. Se trata de una decisión de golpe y porrazo que lo único que hará es seguir mermando el nivel de la salud de los mexicanos", señaló.
Ante el escenario que se avecina -apuntó- es urgente que tanto gobierno como trabajadores y patrones analicen, en el seno del Consejo Técnico del IMSS que después de la Asamblea General es el máximo órgano; con qué recursos absorberá el Insabi y cómo enfrentarán la demanda de servicios en todos los niveles.
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IMSS tiene sus propias limitaciones
Hoy sin absorber al Insabi -expresó- es muy difícil que un paciente "nuevo" reciba atención especializada en el Hospital La Raza del IMSS, "es prácticamente imposible porque no hay citas". Lo que muchos pacientes con cáncer o algún problema crónico degenerativo agudo hacen para recibir atención es llegar directamente a urgencias.
Tan sólo en los hospitales de Traumatología y Ortopedia de Lomas Verdes y de las Salinas, por ejemplo, hay una lista de espera de 600 personas para remplazo de cadera, es decir, personas de la tercera edad que ya no pueden caminar, y otras áreas del IMSS están en las mismas circunstancias.
"El seguro social está enfrentando sus propios problemas con la cuota obrero-patronal, y la incorporación de nuevos pacientes representará una carga muy fuerte que requerirá de recursos adicionales en los próximos años", explicó.
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¿Qué plantea la reforma presidencial?
La reforma sobre la desaparición del Insabi, que fue aprobada por el Senado y ya fue turnada al Ejecutivo Federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), deja al IMSS-Bienestar, como "sistema de salud único", en coordinación con los gobiernos de los estados.
Sus recursos materiales y personales serán transferidos al IMSS-Bienestar o la Secretaría de Salud Federal. Durante esta transición, las personas tendrán el servicio en la nueva modalidad.
Por tanto, las personas que no tengan acceso a servicios de salud, podrán acudir al IMSS-Bienestar para ser atendidos y tener acceso a medicamentos sin costo alguno, además quedará prohibido el cobró de cuotas.
OMV