El abuso sexual es una realidad que sigue presente en la sociedad y es muy dolorosa; sin embargo, cada vez hay más mujeres que tienen el coraje de hacer las denuncias, explicó la escritora Elena Poniatowska.
Durante su participación de forma virtual en la inauguración de la Cátedra de Artes Primavera 2021 de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), la escritora fue cuestionada por una estudiante en torno al abuso sexual del que son víctimas las mujeres, tomando en cuenta que, en el año 2019, reveló que el escritor mexicano Juan José Arreola la violó y la embarazó en 1954.
“Es una pregunta muy esencial. Es una pregunta que tiene que ver con una realidad que creo que aún existe y es muy dolorosa. Cada vez más, las mujeres denuncian más, denuncian más un abuso y tienen el coraje de hacer público que han sido víctimas. En mi caso, fue una historia de la que jamás he hablado hasta que fui obligada por las circunstancias el año pasado porque se publicó un artículo en un periódico, entonces, reaccioné a raíz de eso. Creo que, finalmente, le soy sincera, si jamás sale ese artículo, si no se publica ese artículo sobre mí, sobre haber tenido un hijo, jamás lo hubiera dicho. Me hubiera muerto sin decirlo. Lo dije por las circunstancias. Es un tema medio difícil. Le puedo decir que tengo un hijo que es un científico, de quien estoy orgullosísima, es físico, es un maestro y, a su vez, él me ha dado tres nietos hombres que amo. Tener a ese hijo, a Mane, es lo mejor que me ha sucedido en la vida”, apuntó.
En otra de las preguntas realizadas por los estudiantes de la Udlap, Elena Poniatowska hizo referencia al feminismo como un movimiento que tiene sus antecedentes a mediados del siglo pasado.
“El feminismo se remonta a hace mucho tiempo. En 1953, había muchísimas mujeres que participaban, se formó una universidad. Hubo mujeres reconocidas que eran embajadoras, eran médicas. La lucha del feminismo no es tan reciente”, explicó.
Respecto a la pandemia del covid-19, la autora de La noche de Tlatelolco aseguró que las personas que tienen que salir a escena, que usan su cuerpo para expresarse como los actores y los bailarines, son quienes viven momentos casi infernales.
“Los escritores tienen su estudio, tienen su casa, tienen su mesa de trabajo o su escritorio, para quien debe de ser muy difícil o casi infernal, es para los actores y para los bailarines, la gente que está con los demás. Yo no tengo un diálogo tan grande. Hago la entrevista las hago por teléfono o utilizo algún medio electrónico. La gente que usa su cuerpo, necesita de su cuerpo, debe ser dificilísimo, debe ser como un castigo no sé de dónde”, apuntó.
Por último, la escritora destacó que ser periodista se traduje en correr riesgos y rechazos; sin embargo, en la actualidad, existe una mayor libertad.
“Ser periodista es correr muchísimos riesgos, conocer el rechazo y la censura. Ahora la prensa es mucho más libre que antes. Antes había periodistas que se hacían inmensamente ricos por lo que no escribían”, destacó.
AFM