El primer muestreo sobre calidad de agua efectuado en algunos pozos y manantiales de la región de Tula por parte de investigadores que participan en el Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia (Pronaii) 318998 del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), arrojó que hay elementos como el arsénico, sulfatos y fluoruros por encima de la norma.
Al dar a conocer el inicio de los trabajos para el segundo estudio que realizará el grupo de investigadores del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua, de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), y el cual forma parte del equipo de aguas subterráneas del proyecto de Evaluación de riesgo para la salud humana por agentes tóxicos de origen antrópico como herramienta de empoderamiento social en la región estratégica ambiental de la zona norte del estado de México y la región Tula, reveló que el primer estudio se realizó en noviembre de 2022.
Derivado de estos muestreos se detectó que en algunos pozos el nivel de arsénico, sulfatos, fluoruros, sodio y sólidos totales disueltos se encuentran por encima del límite máximo permisible contemplado en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 127-SSA1-2021 sobre agua de uso y consumo humano.
En los pozos analizados por el equipo de aguas subterráneas, coordinado por José Luis Expósito Castillo, profesor investigador en Hidrología subterránea, no se detectaron coliformes totales y coliformes fecales, de acuerdo a los estudios sobre contaminación bacteriológica.
El segundo muestreo que está en marcha lo realizan los investigadores en pozos de agua potable de Atotonilco de Tula, Atitalaquia, Tula de Allende, y Apaxco, estado de México, y contemplará 70 pozos y cuatro manantiales de la zona.
El equipo precisó que las zonas en donde se realizarán los muestreos se eligieron con base en los reportes ciudadanos históricos sobre problemáticas de contaminación orgánica por metales y sólidos disueltos totales.
Estas problemáticas generadas por fuentes geogénicas y antropogénicas, por lo que adelantaron que estos estudios serán de ayuda para contar con información que sustente estos señalamientos ciudadanos a lo largo de las últimas décadas.
Además de que estos datos servirán para generar acciones de incidencia y política pública, pues los pozos evaluados se encuentran dentro de una zona industrial considerada como Región de Emergencia Sanitaria Ambiental (RESA).
Intenso trabajo de investigadores
Los investigadores de Conacyt continúan su trabajo en la zona en diversos aspectos y en colaboración con la ciudadanía, a fin de conocer la situación que se registra en la región de Tula.
Recientemente otro grupo del proyecto Conacyt 318998, reveló afectaciones en la región del Valle del Mezquital a causa de la extracción desmedida de material por parte de empresas dedicadas a la minería no metálica.
En este sentido, Edisson Chávez Landeros, investigador de la Facultad de Geografía de la UAEM, indicó que entre 2003 y 2013 se extrajeron en el Valle del Mezquital más de seis millones de metros cúbicos de material pétreo, lo equivalente a diecinueve veces la capacidad del estadio Azteca, según los volúmenes reportados al Servicio Geológico Mexicano (SGM), cifra que representa un grave daño al ecosistema pues estas áreas no pueden ser restauradas o recuperadas.
También, como parte de este proyecto, investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmosfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), colocaron medidores atmosféricos en tres municipios del Valle del Mezquital, para monitorear la calidad del aire.
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