Niñas, adolescentes y mujeres adultas levantaron la voz e hicieron eco en calles del municipio de Almoloya del Río, Estado de México, para reprochar a las autoridades que ellas no tienen garantías de seguridad, y que el feminicidio de la joven Lefni Neftali Colín Martínez es muestra de ello y del miedo que hay no solo en el municipio, sino en la entidad.
Lefni tenía solamente 18 años, trabajaba y tenía planes para su futuro, el cual pretendía compartir con su familia; sin embargo, el pasado martes desapareció en centro de Almoloya, a plena de luz del día.
Aunque las primeras horas de angustia fueron eternas para la familia, no bastaron ni dos días para que se confirmara lo peor. El jueves 24, autoridades hallaron el cadáver de la joven en un basurero del municipio vecino, Santiago Tianguistenco.
No había duda, Lefni fue asesinada. La noticia cayó como balde de agua fría para toda su familia, para sus amigos y vecinos, pero principalmente para su mamá, Rosa. “Era una niña buena, no merecía lo que le pasó… yo solo le pido a la Fiscalía que haga su trabajo, que agarre a los culpables”.
El viernes les entregaron el cuerpo y ese mismo día la velaron. El sábado la comunidad estaba de luto, la familia se quebró, pues fue el día de la despedida. La joven fue sepultada en el panteón municipal.
Hoy la comunidad decidió marchar para exigir justicia por Lefni para que no sea solo una cifra más, una carpeta de investigación más, de aquellas que no tienen avances y que tardan años en resolverse, o que nunca se resuelven. “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, fue el gritó de niñas, adolescentes y mujeres adultas, voces que retumbaron desde la casa de Lefni hasta el Ayuntamiento.
En esta marcha también se exigió justicia por Leonarda Rosas Sánchez, una joven de 19 años que al igual que Lefni Neftali desapareció en septiembre de 2020 en el mismo municipio y que fue hallada sin vida en Santa Cruz Atizapán.
Las más de 40 mujeres marcharon con cartulinas, con fotografías, con un altavoz para hacerse escuchar. A pesar del intenso calor que se percibía, ninguna se hizo a un lado, todas marcharon por Lefni, por Leonarda, por todas las víctimas mexiquenses a las que aún no les hacen justicia.
MMCF