En Altamira 100 menores trabajaron todo el año para ahorrar para su Santa Claus, el de sus hermanitos y hasta para cooperar con la cena de navidad, algunos son cerillitos otros albañiles unos más trabajan en el campo.
60 de estos niños están dentro del Programa de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes en Riesgo de Trabajo (PANNARTI), que maneja el DIF, a ellos se les capacitó en áreas diversas como computación, manualidades y repostería para poder realizar alguna actividad productiva y poder ganar dinero.
Ellos trabajan también como cerillitos en alguna tienda comercial, y el DIF está pendiente de que no abandonen sus estudios, por eso les ofrece una beca municipal, estatal o se les integra al ITEA para que puedan terminar su educación básica.
En la ciudad hay otros 40 menores, que fueron identificados por las autoridades educativas, ellos también estudian y al mismo tiempo ayudan con la economía familiar.
El 40 por ciento de las familias de la ciudad son de bajos recursos y los menores que forman parte de ellas, donde no dan siquiera sus tres alimentos diarios.
Por eso hay algunos estudiantes que se ven obligados a salir a trabajar, para apoyar a su familia, pero también para poder pagar sus estudios, ahorrar para sus regalos de navidad, el de sus hermanitos y cooperar con el gasto de la cena de Noche Buena, el municipio ha logrado identificar que estos niños y adolescentes viven en cinco colonias de Altamira.