La patrona de los comerciantes en la Central de Abasto, celebraron a la Virgen de Juquila con gran fiesta entre tamales, y atole. A esta festividad llegó don Amando José Durán Palafox, originario de Puebla, quien aseguró que en una de las visitas del extinto santo padre Juan Pablo II, él se encargó de echar los cohetones.
Con una peculiar técnica encendió la mecha de estos artefactos hechos a base de pólvora, siendo su principal herramienta, un cigarro.
Dijo a MILENIO que algunos de sus compañeros murieron a causa del covid-19, incluso él, retomó su visita a Altamira, para festejar a la Virgen de Juquila, toda vez que el año pasado no lo hizo, pues esa era la forma de cuidarse.
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Don Amando, se quita su sombrero cuando es cuestionado acerca de esta problemática de salud, y que ha encomendado su vida a San Isidro Labrador, quien hasta este momento lo mantiene en pie, y trabajando junto a su familia.
Destacó también que en estos casi dos años de pandemia por el SARS-CoV-2, no ha tenido que recurrir a la vacuna, que ha ido a los médicos en diversas ocasiones, y éstos le afirman una completa salud.
SJHN