Por primera vez en muchos años, después del festejo de las Fiestas Patrias, la ciudad no amaneció con exceso de basura en las calles cercanas a Plaza Juárez, donde año con año se realiza el Grito de la Independencia; tampoco el ambiente tenía aroma a pólvora quemada, debido a que la noche del martes solo un espectáculo de drones fue parte de este festejo.
"Logré dormir a gusto, mis perros también porque no hubo cohetes, por lo que aplaudo la decisión", indicó Teresa García, quien vive en las proximidades de donde se ubica el Palacio de Gobierno, lugar en el que ayer dio "el grito", el gobernador, Omar Fayad Meneses.
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"Celebramos tranquilos en casa comiendo chalupas y pozole. Dormimos bien, después de muchos años, porque no hubo cohetes y tampoco borrachos en las calles. Creo que fue un festejo diferente, más tranquilo", indicó Gabriela Bautista, quien está mañana decidió vender tamales y atole para recuperarse de los gastos, "porque mi esposo se quedó sin trabajo y hay que darle", indicó.
A pesar de ser festivo, la mayoría de negocios y comercios decidió abrir, debido a que permanecieron cerrados durante varias semanas por la emergencia sanitaria por covid-19.
"Tenemos al 50 por ciento toda nuestra ropa, queremos que la gente se anime a comprar su ropa ahora que es quincena, y sí, recuperar un poco de lo perdido", expresó un vendedor de la calle Zaragoza, mientras vestía al maniquí con las mejores prendas que ofertaron este día.
"¡Pásele, Pásele, tenemos atole y tamales!, ¿cuántos va a querer?", invitaba la voz grave de un hombre en el atrio de la Parroquia La Asunción, en la que decenas de comerciantes colocaron sus puestos para ofrecer todo tipo de artículos, desde alimentos, ropa, artículos para mascotas, maquillaje, hasta ropa de dormir.
"No me desvelé como otros años porque quise venir a vender mis productos, hay que darle al trabajo, si no, no alcanza. Así celebro mi Día de Independencia, pero podré llegar a casa con algo de dinero para mis hijos", indicó Mariana Robledo, quien ofreció leggins a 60 pesos.
El Mercado 1 de Mayo también abrió sus puertas, la mayoría de las personas acudieron a comer pancita y quesadillas, "atendemos a crudos", decía uno de los tenderos de un local de comida, mientras invitaba a las y los paseantes a "echarse un caldo picoso".
Compra de pan, pollos rostizados, pizzas, atole y tamales fue parte de las compras que realizaron algunas y algunos pachuqueños la mañana de este miércoles, algunos más decidieron correr por las calles, aprovechando el poco tránsito vehicular y unos cuantos, a comer helado.