Como un problema grave en la ciudad, es como se cataloga la indigencia en el Área Metropolitana de Guadalajara, los indigentes están a la vista de todos, recolectando latas de aluminio o cartón para sobrevivir, sumidos en las drogas o simplemente buscando en los restos de los mercados algo de comida.
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“Antes de la pandemia se calculaba que teníamos alrededor de 600 personas en situación de calle, en el Área Metropolitana, hoy tenemos mil 300 en el Área Metropolitana, Tlajomulco, Tonalá, Guadalajara y Zapopan para que vean la magnitud del problema”, detalló el alcalde de Guadalajara Pablo Lemus.
Lemus Navarro señaló que esta problemática no es exclusiva de Jalisco, ya que tras la pandemia de coronavirus ha tomado relevancia a nivel mundial, incluso triplicando los casos.
“No es un fenómeno exclusivo de Guadalajara o de México, es un fenómeno a nivel internacional, durante y después de la pandemia, las personas en situación de calle en el mundo, según los datos que me entregaban hace unas semanas por parte de UNICEF porque ya se involucran a muchas niñas y niños, durante después de la pandemia, las personas en situación de calle se triplicaron”, explicó.
Las razones por las que una persona vive en situación de calle es multifactorial, desde desequilibrios mentales, pobreza extrema, migración y familias disfuncionales donde se ejerce la violencia.
“Muchas personas perdieron su empleo durante la pandemia y esto ha ocasionado que salgan a vivir a las calles con todo y sus familias, no es afortunadamente el caso de Guadalajara, pero tenemos un problema importante, segundo, el tema de adicciones, las drogas sobre todo químicas están ocasionando cada vez más que las personas se queden sin ningún sustento, pierden todo tipo de voluntad, ya no es posible en muchos casos tristemente meterlas en el carril de los tratamientos de la reinserción social y demás”, señaló.
Señaló que por su parte, el municipio que dirige realiza acciones de prevención y apoyo para las personas en situación de calle, como proveer alimentos, limpieza, cobijo e incluso tratamiento para dejar las adicciones, aunque no con gran éxito.
"Los llevamos a los Centros de Atención del DIF, se les trata en materia de adicciones, a las dos horas, a las cuatro horas de que están en la clínica de adicciones, desafortunadamente ya no quieren salir ni seguir con el tratamiento y quieren salir nuevamente a las calles y no hay ninguna forma de obligarlos tampoco a que se queden al interior de los mismos, pero esto no quiere decir que abandonemos a estas personas, por el contrario, tenemos que seguir insistiendo”, puntualizó.
Son personas sin nombre, sin rostro, visibles en la ciudad, pero invisibles para la sociedad, una comunidad que lucha por salir adelante o simplemente existe.
MC