Luego de que durante los últimos dos años un gran número de artesanos abandonaron su labor como creadores de figuras religiosas, principalmente, para los nacimientos de diciembre, actualmente, en el municipio de Amozoc familias poblanas buscan rescatar este trabajo tradicional, reivindicarlo y difundirlo con mayor fuerza para recuperar su grandeza.
Ejemplo de ello es la familia de Rita Alemán Rodríguez, quien desde los 13 años heredó los conocimientos, técnicas y amor por la creación de esculturas en yeso, cerámica y resina por parte de un tío. A más de 25 años, la artesana poblana realiza este tipo de piezas para sostener la economía de su hogar.
Durante una entrevista con MILENIO Puebla, Rita señaló que para ella, el aprender y emprender con la elaboración de figuras religiosas en Amozoc fue también un acto de amor por su comunidad, pues el nacer en una tierra de artesanos, apreciar las obras de barro, los colores y diseños únicos le llevó a explorar este mundo de la mano de su familia.
La producción en su taller casero comienza en enero y concluye en septiembre cada año. La siguiente jornada se lleva a cabo de octubre a diciembre, en su local ubicado en la 2 Oriente 615, del Barrio de San Antonio, donde abre sus cortinas para albergar alrededor de cinco mil piezas de artesanías que van desde los 15 centímetros hasta los 90 centímetros.
Con precios que van desde los 280 pesos hasta los mil 200 en un nacimiento completo para las familias, Rita espera que su local vuelva pronto a generar los recursos necesarios, pues en pandemia habría perdido cerca de 40 por ciento de sus ganancias.
Durante los primeros dos años de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, según los propios locales, aproximadamente 100 familias artesanas abandonaron su vocación como productores para dedicarse a labores de ingreso inmediato, incluso migraron con la intención de buscar un sustento económico estable. Por ello, pese a que el Barrio de San Antonio tenía dos calles repletas de vendedores de figuras religiosas, actualmente solo hay 15 sobrevivientes.
Entre quienes se han aferrado a no dejar morir el legado de sus antepasados aparecen los miembros de la familia Flores Sánchez, quienes en 42 años de historia de labor artesanal se han encargado de promover este trabajo en tres generaciones; a la par, buscan mejorar estéticamente sus piezas.
En el taller y tienda ubicada en calle 2 Oriente 2013, Óscar David Flores Sánchez, sus sobrinos, hijos y más equipo se encargan de fabricar una amplia variedad de figuras que van desde un centímetro a un 1.60 metros de altura, pasando desde decorativos y complementos para nacimientos y posadas, hasta figuras de Cristo de más de cinco metros si son requeridos.
Durante su tiempo de trabajo, la familia Flores Sánchez ha realizado piezas de barro, yeso, resina, fibra de vidrio y madera, mientras que en el trabajo de acabados, las técnicas de pintura han evolucionado de ser hechas con colas a base de agua. Actualmente, ha sido aplicado el uso de pinturas en lacas y óleos. Con ello, las piezas son más grandes, ligeras, con detalles finos y colores más brillantes, así como resistentes a al peso, golpes e incluso a la intemperie.
Por último, los artesanos indicaron que un nacimiento puede tener un costo que ve de los 160 pesos hasta más de siete mil pesos, según las peticiones del cliente. De esta forma, los nacimientos de Amozoc han llegado a múltiples ciudades de los Estados Unidos y Europa según la propia experiencia de Óscar David, quien señaló que a lo largo de 2023 cada vez más jóvenes han tenido la oportunidad de aprender en su taller esta profesión, por lo que advirtió que buscará realizar labores comunitarias con la intención de promover el trabajo artesanal que por décadas ja puesto a Amozoc en el mapa.
AFM