“Hace que me duela el alma”: madre de Ana María Serrano escribe carta a su hija por 25N

La joven de 18 años fue víctima de feminicidio el pasado 12 de septiembre, a manos de su pareja.

La madre de Ana María también compartió algunas fotos de su hija cuando era pequeña. | @XimenaCespedesA
Ciudad de México /

Este 12 de noviembre se cumplieron dos meses del feminicidio de Ana María Serrano, quien fue asesinada por un joven identificado como Allan “N”, quien fuera su pareja y el quien fue detenido en el municipio de Malinalco, en el Estado de México.

En conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la madre de Ana, Ximena Céspedes, escribió una carta dedicada a su hija en la que habla sobre el proceso que ha tenido que enfrentar ante su ausencia.

Así fue la emotiva carta

Titulado Ausencia, en su texto, Céspedes narra parte de su vida cotidiana actual y la manera en que muchas de las cosas le recuerdan a su hija, añorando que estuviera con ella para presenciar los mejores fragmentos de su rutina.

He aquí la carta completa: 

Ayer llegué al departamento temprano. Pero solo entrar me abofeteó el vacío; como si me hubieran pegado un puñetazo en el estómago, me costó trabajo respirar. 
Sobre todo en los últimos años que quedamos sin tu hermana en casa, por lo que se había ido a estudiar en el extranjero, trataba de regresar temprano para estar contigo. Eran los momentos más plenos del día, Cuando te acompañaba a hacer tareas, o me contabas cómo te había ido en el colegio. Algunos días salíamos a caminar con el perro o nos íbamos a comer un helado al centro comercial. 
Otras veces solo veíamos una película, te acompañaba en la cocina mientras hacías esas maravillosas galletas o lo hacías tú, mientras preparaba la comida de la semana. 
Ayer que llegué no solo no había nadie, eso pasaba algunas veces en la casa, pero esta vez no existía ni la esperanza de que regresaras, entraras por la puerta de la cocina con tu sonrisa y me dijeras: “ya llegué, ma”. 
Ese vacío traté de llenarlo cocinando. Tratando de imprimir algo de calor de hogar a un departamento que todavía es ajeno, que no tiene nada nuestro pero sobre todo, en el que no estás tú. 
Habrías disfrutado esta nueva etapa con nosotros. Donde la universidad te quedaría cerca, donde todo está a la vuelta de la esquina y donde hubieras podido venir a cualquier hora a dormir esa siesta que tanto te gustaba. 
La ausencia también se siente en el espejo. Solo tratar de mirarme es tan doloroso que tengo que peinarme a tientas, sin mirarme.
Tratar de verme implica la ilusión de observarte reflejada al lado mío. Muchas veces, sin avisarme llegabas cuando estaba peinándome y te parabas al lado mío, con esa cabeza mucho más alta que la mía, y solo tu reflejo y sonrisa iluminaban por completo el espejo.
Esa misma práctica la tenías cuando me asomaba al de tu cuarto para ver si iba bien vestida o cuando estábamos caminando por el centro comercial y se veía nuestro reflejo en las vitrinas. 
Cómo me gustaría no sólo tenerte al lado para volver a ver la última película que compartimos juntas, “Alicia a través del espejo”, sino también para poder atravesar mi mano y tocar la tuya del otro lado. 
Por ahora solo me queda hacer las paces con el espejo y con la ausencia y como dice C. S. Lewis, «el dolor de ahora es parte de la felicidad de antes. Ésa es la cuestión».
Pero esa “cuestión” hace que me duela el alma, el pecho y cada costilla cuando respiro en este espacio en el que no estás y en el que, por más ruegue, ya no vas a estar. Cómo te extraño y cómo me duele no tenerte más conmigo.


Ana María “tenía una vida entera por delante”

El feminicidio ocurrió el pasado 12 de septiembre dentro de la casa de la joven, según informó la madre de la joven, de quien expresó tenía “una vida entera por delante”.

Ana María quería ser cardióloga y llevaba dos meses de haber ingresado a la escuela para estudiar medicina; “era una niña en toda la extensión de la palabra, maravillosa”, dijo su madre.

Anteriormente, Céspedes también había escrito una carta dirigida a los amigos de su hija, en la que buscaba “acercar estas reflexiones con todos los jóvenes, para que nunca vuelva a pasar algo tan lamentable”.

“No existen palabras para describir el dolor y la impotencia que están sintiendo en estos momentos. Ninguna persona, pero sobre todo ustedes que están empezando a vivir, no deberían nunca tener que cargar una pena como esta”, dijo.

​LP

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