Alpinista relata expedición al Pico de Orizaba; hubo una salvaje tormenta y nos atrapó la niebla, recuerda

La jalisciense es una de las nueve sobrevivientes de la tragedia en el Pico de Orizaba, una travesía marcada por la pérdida de amigos; ahora, continúa con su rehabilitación y con las ganas de volver a explorar

Andrea Hernández sigue luchando por recuperarse tras la expedición en Puebla (Fotos: Pablo Núñez y Especial | Diseño: Milenio)
Usi Toledo
Guadalajara /

Andrea Ivonne Hernández es una jalisciense que venció a la tercer montaña más grande de Norteamérica: el Pico de Orizaba, y aunque la fuerza infinita de la naturaleza la azotó y rompió "sus alas", sus ganas de vivir y el amor por su familia la obligó a ser una de los nueve alpinistas sobrevivientes, que durante una expedición se extraviaron en Puebla y donde tres de sus amigos fallecieron.

Está orgullosa abuela y madre de 41 años con pasión por el senderismo relató cómo aquel lugar que les regaló inolvidables momentos aquel viernes 9 de febrero, se convirtió el día siguiente en la prueba más grande que la vida le puso cuando comenzaron a escalar.

¿Cómo intentaron bajar los alpinistas?


La mujer comentó que partieron a la cumbre a las 5:00 horas y pasadas las nueve una “belíisima” nevada los dejó agradecidos por presenciar tal espectáculo e incluso les ayudó a llegar a la cima.

“No esperábamos esa tormenta, cuando llegamos ahí yo fui la última en llegar,  cuando llego nos estábamos reuniendo para ver si vamos a bajar por cara norte, cosa que ya no era muy posible por las condiciones [...] A veces la realidad supera lo que es la ficción fue una caótica, bella, salvaje tormenta”, expuso.

Rezaron y se dieron ánimo entre los miembros del grupo diciendo que estaba cerca el fin de aquella tempestad

“Estábamos decidiendo si quedarnos ahí resguardados, realmente no era un lugar donde nos pudiéramos cubrir mucho. Había compañeros que quedaban demasiado expuestos, el mejor lugar era pegados a la piedra congelada que tampoco era el mejor lugar estábamos en la intemperie”

Al disminuir el viento tomaron camino por la cara sur de la montaña. Ivonne fue la última en bajar y luego la neblina “atrapó y dejé de verlos, ya no los vi, fue un instante yo los vi adelante y en lo que volteé a su lado y hacia otro ya no los vi; empecé a gritar”, agregó.

Pese a los “gritos ensordecedores, la montaña se comía todo el ruido”, por lo que continuó el descenso sentada o gateando.

Envuelta en el frío voraz, perdió sus guantes y al verse tan pequeña en la nieve infinita, pidió al universo poder volver a ver a su familia hasta que la noche llegó y se quedó dormida.


Al amanecer y con sus extremidades ya quemadas, logró llamar al 911 pero antes de mandar su ubicación el aparato se apagó.

Ya sin poder ponerse de pie y deshidratada, la alpinista mordió montones de nieve para obtener agua, pero eso solo provocó que su garganta se ampollara.

La tarde comenzó a caer pero la adrenalina y las ganas de vivir hicieron que Andy siguiera bajando cuando percibió a lo lejos unas voces y gritó para ser escuchada, afortunadamente así fue, elementos de rescate alpino cargaron a la mujer hasta el refugio agradecida de haber sido encontrada porque no creía haber soportado otra noche, sin embargo el dolor comenzó a invadirla.

¿Cómo ayudar a Andrea, alpinista en recuperación?

Para apoyar con donativos el número de cuenta CLABE en territorio nacional es 320 00103822893 2. En caso de encontrarse en el extranjero habilitaron un perfil de Gofundme que se podrá encontrar como “Ayuda a Andrea Ivonne Hernández Maciel Alpinista”, disponible en este enlace: https://www.gofundme.com/f/ayuda-a-andrea-ivonne-hernandez-maciel-alpinista

Andrea Ivonne sigue con su rehabilitación


La andinista fue llevada a recibir atención médica y conoció lo que la fuerza de la naturaleza hizo en su cuerpo: sus dos manos resultaron necrosadas así como parte de sus pies igual que sus córneas que sufrieron fuertes daños, sin embargo, la bondad de la ciudadanía y médicos cirujanos pudieron darle una nueva oportunidad pues quizá recupere la movilidad en sus manos gracias a una minuciosa cirugía, mientras que la vista espera se vaya fortaleciendo.

“Puso como un guante de carne, agarró injertos de mi espalda del músculo de mi espalda y los puso en mis manos. Ahorita son como guantecitos para irrigar sangre al hueso el hueso rescatable porque había hueso que ya había sido dañado ya no se puede hacer nada rescató la mayor parte de mi mano”.

Andrea comparte que aunque la partida de sus tres amigos es dolorosa, está segura que fallecieron haciendo lo que les gustaba.

Nos da una tristeza que ya no estén con nosotros pero también a nuestro corazón sabemos que están en el mejor lugar posible porque sabemos que ellos amaban la montaña igual que nosotros ellos están en calma”.

La andinista también compartió que aunque su recuperación llevará por lo menos tres años, está optimista ante la situación y espera volver a escalar.

Luigui pues se nos adelantó pero todos sabemos que él está bien y el grupo No termina ni el senderismo ni a esta afición de repente llegué a escuchar que ya les daba miedo subir a alguna montaña no, la naturaleza es así y la vida también”.

Por último, esta madre de familia quiso agradecer a todas las personas que han ayudado a su causa, pues gracias a todas las cooperaciones ahora tiene una segunda oportunidad.

“Principalmente agradeciéndoles a todos todo el apoyo sus oraciones bendiciones y buenas vibras que han mandado para mi recuperación y la recuperación de todos los del equipo Gracias de verdad infinitas gracias”

SRN


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