Todos los domingos en la ciudad cientos de personas se levantan muy temprano por la mañana para alistarse y preparar las calles de Guadalajara, que en punto de las 8:00 horas se cierran en diversos puntos a los vehículos y abren el paso a los peatones, ciclistas, personas en patines, y otros vehículos no motorizados que toman la Vía RecreActiva (VRA).
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Desde hace catorce años, cada domingo por seis horas, el asfalto de las principales vialidades de la Perla Tapatía descansa de los vehículos motorizados y el caos que traen consigo, y se convierte en un espacio de recreación. De 8 de la mañana, a las 2 de la tarde, las calles son de y para los ciudadanos.
A las 6:00 horas la vía comienza a tomar vida. Decenas de personas encargadas de la logística del espacio en Guadalajara se reúnen para recibir las vallas y material a instalar en la ruta y comienzan a repartirlo alrededor de los 28 kilómetros de ésta. A las 7:00, setenta guías se reúnen en el punto de su ruta asignada, mientras que cientos de servidores sociales salen de sus casas rumbo a los puntos que cubrirán. Para las 7:50 de la mañana ya está todo listo, los guías sobre sus bicicletas y los de servicio social en sus cruceros, y en punto de las 8:00 horas las calles se cierran a los vehículos y se abren a los ciudadanos.
Son alrededor de 600 personas quienes hacen posible la VRA en el tramo de la capital del estado domingo a domingo; además de los elementos de dependencias municipales y estatales con las que se tiene coordinación, como Movilidad, Siteur, Inspección, la Policía, Protección Civil y Bomberos, entre otros. Todos trabajan en conjunto y de manera coordinada para que cada semana pueda llevarse a cabo el programa y se desarrolle con el menor número de incidentes posibles.
“Si sufre un accidente el usuario brindamos primeros auxilios, si es algo más grave se llama a una ambulancia. Si a alguien lo asaltaron o algún delito, se gestiona con policía; también se reportan problemas en la vía pública, barremos la calle, juntamos basura, incluso levantamos perros muertos, gatos… y damos información al usuario”, describe Hayde, quien fue guía de la VRA hasta hace poco. Solo un poco de todo lo que hay detrás de la Vía RecreActiva.
14 años
La Vía RecreActiva está de aniversario. Fue el 12 de septiembre del año 2004 cuando por primera vez se habilitaron en la ciudad espacios viales para la recreación. Empezó con una ruta que se componía por un tramo de 11 kilómetros, de Tetlán a Los Arcos; según reportes de aquél entonces, apenas 10 mil usuarios hacían uso del novedoso espacio.
Pronto creció en extensión, en 2007 Zapopan se sumó a la VRA, un año después Tlaquepaque, y luego en 2009, Tonalá. Actualmente todos estos municipios conectan entre sí a través de la vía, y se puede viajar desde Loma Dorada, en Tonalá, hasta el Parque Metropolitano de Zapopan.
En el tramo de Guadalajara los 11 kilómetros del principio ya son más de 28, y domingo a domingo alrededor de 110 mil usuarios lo recorren, según información proporcionada por la propia Vía RecreActiva.
La bicicleta es el medio predilecto para recorrer el espacio. Oscar Rodríguez, jefe de la vía tapatía detalla que casi el 50 por ciento de quienes la visitan lo hacen en bici; 30 por ciento va a pie; y el 20 por ciento restante anda por la vía en otros medios, como patinetas o patines.
La VRA también se instala los lunes festivos que pasan a ser feriados por indicación federal. En estas jornadas entre 70 y 80 mil personas la visitan, una cifra que también ha incrementado desde la primera vez que habilitó el espacio en puente.
En cuanto a accidentes, Rodríguez comparte que cada domingo tienen alrededor de tres, pero todos percances leves generalmente provocados por el uso del móvil en el que se transporten los usuarios, como caídas o resbalones.
“Sí hemos tenido, y esos se han dado debido a que la gente no ha acatado las indicaciones en los cruceros. Pero nosotros estamos tratando siempre de tener las mejores condiciones, y que la gente sea consciente de las medidas que manejamos por su seguridad”, agrega.
Puntos de activación
Como parte de las actividades de la VRA, alrededor de ésta se tienen diversos espacios en los que se ofrecen a los visitantes clases, talleres, actividades, juegos, son los llamados puntos de activación, uno de ellos en el Parque Rojo.
En el tramo de Guadalajara se tienen 12, la actual administración recibió tres, todos cargados hacia el poniente. “Lo que hicimos fue descentralizar ese aforo de usuarios en la zona de Vallarta, zona Centro y Chapultepec, hacia otros puntos donde también pudiera tener la gente la oportunidad de disfrutar de una actividad dentro del programa sin salir a una distancia larga de su domicilio”, detalla Oscar Rodríguez.
Hace tres semanas inauguraron el último en La Minerva. Un área fitness con clases de yoga, de baile y entrenamiento funcional.
“Estamos reforzando esa parte para que también como las otras once, queden ya de manera permanente, y en la siguiente administración seguir creciendo en otras actividades, seguir buscando la ampliación del programa, pero sobre todo a lo que le apostamos es que la gente se quede desde las 8 de la mañana o desde la hora que llegue, se queden cuatro, cinco horas dentro del programa”, agrega.
Numeralia:
28 kilómetros de tramo en Guadalajara
110 mil usuarios cada domingo:
50% la recorren en bici
30% la recorren caminando
20% la recorre en otros vehículos
80 mil usuarios los lunes feriados
600 colaboradores detrás de la VRA en la ciudad:
350 de servicio social
70 guías
40 montadores
12 puntos de activación
14 años de historia
MC