Trazo a trazo y a lo largo del Valle de Atemajac, la gran Guadalajara comenzó a ser edificada por la monarquía española y los representantes del clero desde el año 1542. Desde su fundación, un 14 de febrero, la también conocida Perla Tapatía tomó vida con los edificios y monumentos que en la actualidad son emblema de Jalisco y un menester visual para cualquiera que los visita.
CATEDRAL METROPOLITANA
Indudablemente, la Catedral Metropolitana de Guadalajara toma el primer lugar no sólo por su majestuosidad sino porque en 1561, Fray Pedro de Ayala, segundo obispo de la Nueva Galicia, colocó y bendijo la primera piedra de este monumento representativo de la Iglesia Católica en Guadalajara.
Sobre su arquitectura de estilo neogótico, yacen un par de torres con agujas revestidas de azulejo amarillo y filamentos en color azul, y que ambas son símbolo de la ciudad.
BIBLIOTECA IBEROAMERICANA
Para el año de 1591, la que hoy conocemos como Biblioteca Iberoamericana, fungió como el templo del colegio jesuita de Santo Tomás de Aquino. También fue sede de la primera Universidad de Guadalajara en 1792, y del Supremo Tribunal de Justicia; fue hasta 1991 que se inauguró como biblioteca, durante la Primera Cumbre Iberoamericana, de ahí el nombre.
Los pilares del edificio neoclásico forman un pórtico con imágenes alusivas a la clase obrera las cuales fueron intervenidos por los artistas Amado de la Cueva y David Alfaro Siqueiros.
PALACIO DE GOBIERNO
Frente a la Plaza de Armas se localiza el edificio de Palacio de Gobierno de Jalisco, construido en el año 1650, sin embargo, la fachada original sucumbió luego de un terremoto, por lo que se reinauguró hasta 1790.
De estilo clásico, en su interior se aprecia un patio central rodeado por pilares de doble altura que permiten admirar el recinto desde cualquier punto.
Las peculiaridades del palacio son los dos murales pintados por José Clemente Orozco, artista oriundo de Ciudad Guzmán quien dejó legado en varios recintos del Centro Histórico de Guadalajara.
Las obras llevan el título ‘El Círculo Político’ y ‘Las Fuerzas Tenebrosas’, que desde una vista ascendente sobre las escalinatas, basta mirar hacia el techo que lleva al segundo nivel para disfrutar de esta maravilla pictórica. Además, el lugar cuenta con dos salas museográficas.
EX CONVENTO DEL CARMEN
El ex convento del Carmen fundado en 1687 también es relevante para la historia de Guadalajara pues albergó a la Orden del Carmen.
Sin embargo, debido la urbanización de la ciudad, el edificio fue separado de la iglesia y dispuesto para el gremio del arte con exposición de pintura, fotografía o escultura, ahora se proyecta cine de arte y se llevan a cabo recitales y conciertos de música de cámara.
A partir del siglo 19 también se construyeron recintos icónicos en la Ciudad de las Rosas, que hoy forman parte del patrimonio cultural jalisciense.
INSTITUTO CULTURAL CABAÑAS
Uno de ellos es el imponente Instituto Cultural Cabañas (ahora Museo Cabañas) inaugurado en 1810, recinto diseñado por el arquitecto Manuel Tolsá.
Este inmueble de arquitectura neoclásica, consta de habitaciones, patios y largos corredores, puesto que funcionaba como albergue para niños huérfanos, hasta 1980.
Primero se le bautizó con Hospicio Cabañas en Honor a su principal impulsor, el obispo Juan Ruiz de Cabañas y Crespo.
El muralista José Clemente Orozco también adornó sus cúpulas con el extraordinario mural El Hombre de fuego. Actualmente el edificio sirve de museo y es sede de multitudinarios eventos sociales.
TEATRO DEGOLLADO
En 1856, se apertura el afamado Teatro Degollado, con la interpretación de la soprano Ángela Peralta, en el papel principal de la ópera Lucía de Lammermoor.
La estructura neoclásica del Degollado está conformada por 16 columnas estilo corintio que sostiene un relieve triangular de mármol con Apolo y las Nueve Musas.
Dentro del teatro se aprecia en las bóvedas- frescos de Gerardo Suárez y Jacobo Gálvez que aluden el canto cuarto del infierno de la Divina comedia.
En la actualidad, este foro es hogar de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, el Ballet Folklórico de la Universidad de Guadalajara y el Ballet del Ayuntamiento de Guadalajara.
LOS ARCOS DE GUADALAJARA
Y en 1942, los Arcos de Guadalajara se edificaron con el propósito de dar la bienvenida a cualquiera que llegaba a la Perla de Occidente; obra que fue diseñada por el Arquitecto Aurelio Aceves y que cuenta con dos arcos de estilo neoclásico, semejantes a los Arcos del Triunfo de Europa.
En el lado oriente del monumento se lee la frase «Una estancia agradable, es garantía de regreso» y en el poniente “Guadalajara, ciudad hospitalaria”.
En medio del arco se lee: Guadalajara capital del Reino de Nueva Galicia fundada en este lugar el día 14 de febrero de 1542.
En el año de 1959 se ubicó en la parte superior la Sala de Banderas, ahí se rendía los respetos a los lábaros patrios de los distintos países de América Latina. Los Arcos de Guadalajara también se usaban como un mirador hasta 1981 que se cerró la sala.
ROTONDA DE LAS Y LOS JALISCIENSES ILUSTRES
Por supuesto, el trabajo de personalidades relevantes en Jalisco debió ser reconocido, por ello, en 1952 el arquitecto Vicente Mendiola construyó La Rotonda de las y los Jaliscienses Ilustres.
Su estructura posee 17 columnas entalladas sin base ni capitel que unidas con un anillo de cantera con la leyenda grabada “Jalisco a sus hijos esclarecidos”.
En su interior resguarda 98 urnas con restos de personajes hombres y mujeres que han dejado historia en el Estado de Jalisco; figuras destacadas en las artes, la ciencia, las letras, activistas en pro del pueblo y el mejoramiento de la ciudad.
GLORIETA DE LA MINERVA
Sin embargo, en la ciudad destaca la insignia tapatía hecha escultura, se trata de La Minerva, esculpida por Joaquín Arias en 1957, un encargo del entonces gobernador Agustín Yáñez.
Localizada entre las confluencias de avenida Vallarta y Adolfo López Mateos, la estatua de 8 metros de altura hace referencia a la diosa griega homónima- que simbólicamente custodia a Guadalajara.
En la parte frontal de la base que la acompaña, tiene como lema “Justicia, sabiduría y fortaleza custodian a esta leal ciudad”.
Como dato curioso, durante el Mundial del Fútbol México 1986, el equipo brasileño celebró por primera vez una victoria deportiva alrededor de dicha glorieta; desde entonces, La Minerva se ha convertido en el escenario predilecto de los tapatíos para festejar los triunfos del fútbol jalisciense.
MC