Como es costumbre, en vísperas de Año Nuevo las personas tienden a comprar amuletos, artículos de buena suerte y a realizar todo tipo de rituales para que, de algún modo puedan conseguir abundancia y felicidad el año próximo, sin embargo, según expertos muchas de estas prácticas carecen de sentido científico pues las personas tienden a dejarse llevar por la superstición.
"El pensamiento mágico lo que hace es sustituir todo aquello que la gente no puede explicar, pero también expresa el anhelo, el deseo la esperanza, de que las cosas puedan funcionar como la gente quisiera que funcionaran, esto también tiene que ver con una lógica de actuación, que no es para nada racional, pensando nuevamente en el pensamiento científico, válgame la repetición del término, y que la gente busca sustituir pues el miedo, la desesperanza, la frustración por este tipo de placebos psicológicos " manifestó Saúl Arellano, sociólogo.
Y es que casi siempre las personas que creen en este tipo de actividades ya sea tener el color de cierta ropa interior, las 12 uvas de Año Nuevo, el hilo en el dedo, el comprar ciertos tipos de velas aromáticas o el observar cierto color en un gato ha provocado un sinnúmero de supersticiones que lo relacionan con la buena suerte.
Dadas las circunstancias, la gente suele creer en lo que sea más conveniente para ellos, especialmente cuando existe una nueva época llena de posibles propósitos por cumplir, no obstante, con tal de buscar el 'camino fácil' la gente relaciona este tipo de rituales con la oportunidad de que incrementen sus posibilidades de conseguir amor, dinero y felicidad, casi siempre en el pensamiento mítico y no en el crítico.
"Las personas casi siempre recurren al pensamiento mítico, al pensamiento milenarista, los pensamientos escatológicos, es decir estos pensamientos del fin del mundo, y evidentemente recurren a la religiosidad y la fe" agregó Saúl Arellano.
Por otro lado, no todos piensan igual pues según ciertas declaraciones por parte de los leoneses, el lograr tus propósitos de Año Nuevo depende de uno mismo y no netamente de este tipo de actividades.
"Lo que he buscado o lo que siempre he dicho que necesito o quiero como que lo trato de buscar mucho mucho mucho hasta conseguirlo y es lo que creo más como la ley de la atracción de 'lo que buscas lo encuentras', expresó Emmanuel Gonzáles, ciudadano leonés.
Este argumento aplica en varios ciudadanos que responden que creen en ellos mismos y no en lo que un objeto o alimento pudiera llegar a ayudarles.