Cualquier persona puede llegar a necesitar ayuda, sin importar de donde venga, la cantidad que sea, en la manera que se pueda, es la filosofía que heredó Héctor un joven empresario que tiene tres años ayudando a la Cruz Roja en causas de beneficio sin lucro.
“Todos podemos ayudar con un granito de arena a la Cruz Roja, no es necesario hacer donativos muy grandes, un peso, dos pesos, y todos podemos necesitar el servicio y todos podemos ayudar”, comentó el empresario.
Héctor es ingeniero de profesión y propietario de la empresa Alfa y Omega, un negocio que tiene 30 años en el mercado, lugar donde como en todas partes y en ocasiones suceden accidentes y su primer ayuda siempre ha sido la Cruz Roja
“Todo necesitamos, todos lo hemos necesitado, yo, mi personal en varias ocasiones hemos ido al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no los han querido atender, hemos acudido a la Cruz Roja y de inmediato les dan la atención que necesitan”, dijo.
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Un gusto por apoyar
Desde 2016 descubrió que no siempre las instituciones de salud pueden contar con el mobiliario suficiente, y en agradecimiento al apoyo recibido es como ha venido devolviendo la atención oportuna, ya sea con puertas, ventanas y herramientas.
Sus padres ya no viven, pero en cada acción de beneficio sabe que llevan consigo un toque de la esencia de la educación que le impartieron en vida, siempre sin ver a quien.
“Mis papás fallecieron, pero lo que me dejaron fue el siempre apoyar lo que esté a nuestro alcance a la Cruz Roja, a cualquier persona, ayudar, ayudar, ayudar”, concluyó Héctor.