La falta de gasolina ha causado largas filas de automovilistas que esperan horas para cargar su vehículo, por lo que han tenido que encontrar la manera de hacer el rato más ameno, como leer un libro, tomar un café, escuchar música o revisar las redes sociales.“
"Yo por lo menos traigo libros, no novelas porque luego me clavo y aquí tienes que estar también atento, al menos ese es mi consejo, o pónganse una buena lista de música para ponerte de buenas”, explica Miguel Ángel, quien ha pasado tres días viviendo en la cabina de su camioneta que se quedó sin combustible. “Yo estaba parado para 8 de Julio, antes de llegar a Periférico, ahí me dormí los tres días y ahorita me arriesgué porque no tengo gasolina, y no me movía de allá”, señaló.
Aunque hay quienes ven en la crisis una oportunidad. Antonio Lomelí dejó hace unos meses su trabajo como vendedor de automóviles para poner su propio negocio de lonches gourmet y aguas frescas. Al ver las largas filas, tuvo la idea de ofrecer sus productos a los automovilistas que hacen fila en las gasolineras.
“Hoy yo creo que llevo vendidos unos 35 a 40 lonches, entre mi compañero y yo, porque no solamente soy yo, quiero distribuir
la marcha en toda la ciudad y posteriormente poner un negocio
totalmente formal”, señaló.
En la otra cara de la moneda está Antonio Ramos, quien no se ha visto afectado por la escasez de gasolina, pues desde hace tiempo usa la bicicleta como medio de transporte. “Con mayor razón la uso, número uno: por salud, soy diabético y no tienen idea lo que sirve a los que están
bien porque tanta tardanza el carro, mira usa la bicicleta por
salud ya que esto es un poquito de lo que pudiera pasar si esto fuera verdad, esto es un llamado hacer ejercicio los sábados o los domingos”, señaló.