Aracely cuenta como su embarazo le dio fuerza para combatir el cáncer de mama

La enfermedad le fue detectada en el 2013 y fue hasta el 2018 que logró vencer al cáncer de mama.

La aceptación y el valor son fundamentales, afirmó Aracely. Ángel Mercado
Sandra González y Ángel Mercado
Monterrey, Nuevo León /

El cáncer de mama llegó a la vida de Aracely Hernández justo cuando un ser humano se empezaba a formar en su vientre, lo que se convirtió en su motivación para ser fuerte durante su tratamiento y lograr tocar la campana de la victoria en el año 2018.

Aracely tenía 36 años cuando la enfermedad le fue detectada, y aunque fueron momentos difíciles, relató a la plataforma MILENIO-Multimedios que su madre siempre estuvo junto a ella y fue su estandarte durante todo el proceso.

“A mí me detectaron cuando yo tenía 36 años de edad en el año 2013. Acudimos a mi consulta, porque estaba en mi chequeo de rutina, cuando me detectaron el cáncer de mama e inmediatamente me hicieron todos los estudios, y pues tuve que pasar por la cirugía, una mastectomía radical y el tratamiento previo a la mastectomía. Cuando me detectaron estaba conmigo mi madre, que es la que me acompañó en todo momento, en todo el tratamiento estuvo siempre ella conmigo”, explicó.

Recibir la noticia fue lo más difícil y procesar la idea de tener que someterse a tratamientos pesados fue un duro impacto.

“¿Lo más difícil? Yo creo que fue escuchar el diagnóstico: cuando me dicen que es cáncer de mama, se te vienen miles de preguntas a la cabeza, lo que va a pasar, a qué me voy a enfrentar. Tienes que aceptar tu cambio de vida, es algo que impacta mucho, y pues más en la mujer. Un cáncer de mama es algo por lo que nadie queremos pasar, porque pues sabemos que va a cambiar toda nuestra apariencia por completo”, expresó.

Luego de haber sido diagnosticada, ella inició su proceso de revisión, y mientras eso sucedía, le llegó la noticia de su embarazo.

“Me enteré que estaba embarazada, estaba todavía en mi proceso de revisión, y en ese tiempo me llegó un embarazo, entonces mi bebé fue de gran motivación para salir adelante y hasta ahorita pues yo sigo luchando por ella y dándole gracias a Dios porque el cáncer, aparte de cambiar mi cuerpo, cambió mi vida también porque me dejó la satisfacción de ser madre, eso es lo más bonito que he vivido y es lo que me ha motivado a salir adelante”, agregó.

Blanca Aracely logró vencer al cáncer de mama en 2018, luego de varios años de tratamiento pesado y dificultades que pudo sobrellevar en compañía de sus seres queridos.

Señora 'Bombón' espera su última revisión, tiene cuatro años con cáncer  

Insistir en que las mujeres se auto exploren y se realicen periódicamente la mamografía, nunca será en vano. Y la señora Olivia Niño de Ortiz es un claro ejemplo del porqué.

Ella tiene 65 años y desde hace 43 acude puntualmente con su médico para revisarse, pues tiene senos fibroquísticos, una afección común que puede presentar engrosamiento del tejido mamario o quistes llenos de líquido.

Nunca presentó síntomas, pero en una de esas revisiones anuales, el examen detectó una bolita milimétrica que derivó en cáncer.

“Pues muy difícil porque fui a mi chequeo anual, nunca me imaginé que al hacerme la mamografía, bueno en el eco vieron algo raro y me hacen la mamografía y ahí me detectan que tengo un cáncer en la mama derecha de 6 milímetros, no era ni siquiera un centímetro. A partir de ahí pues crees que te vas a morir, llegué a mi casa, junté a mi familia ahí conmigo, pero no es cierto, no te mueres, ¿por qué? porque es detectado a tiempo por hacerte tu chequeo anual, nunca dejen de checarse”, dijo.

Actualmente se encuentra en su cuarto año de tratamiento; el diagnóstico oportuno ha permitido que Bombón, como la llaman sus seres queridos, transite la enfermedad sin mayores complicaciones.

“Yo gracias a Dios tengo buen servicio médico, cada año me checan matriz, ovarios, todos mis órganos, pulmones, corazón, la sangre, el eco de mama, mamografía, entonces ahora en septiembre fue mi cuarto año y salí bien gracias a Dios. Vamos por el quinto y último, si de aquí a septiembre no presento nada, te hacen una mamografía con contraste para estar seguros de que no haya ninguna célula y ya te dan de alta y dejas de tomar el tratamiento”, agregó.

El mayor apoyo de Olivia es su familia, con su esposo y sus tres hijos varones y una mujer, además de sus cinco nietos.

“Me veían llorando: ‘ya no llores’, porque me dicen Bombón, no me dicen abuela, ‘no llores Bombón, te vas a aliviar”, finalizó. 

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