Tras la muerte de Ademar Enrique Colín Covarrubias, de 18 años de edad, víctima de la explosión de pirotecnia, en el templo de San Carlos Borromeo, el Arzobispado de Guadalajara Francisco Robles Ortega, aseguró que están apoyando a su familia y a la de los jóvenes que también fueron víctimas.
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Insistió en que los párrocos no están a favor del uso de la pirotecnia en este tipo de eventos religiosos, sin embargo, ellos respetan las tradiciones que tienen las comunidades con motivo de la visita de la Virgen, pero reconoció que deben tener más cuidado en el cumplimiento de lo que establece la norma.
Fue el pasado 18 de agosto cuando los jóvenes se encontraban en el campanario del templo de San Carlos Borromeo mientras se realizaban las festividades patronales, en dicho lugar mantenían almacenados los productos elaborados con pirotecnia, no obstante, un mal manejo provocó que se encendieran y explotaran al interior del lugar.
El joven Ademar Colín Vázquez perdió la vida mientras que otras tres personas tuvieron que ser trasladados en estado grave y posteriormente hospitalizados debido a las quemaduras de tercer grado que presentaban.
Solo uno ha sido dado de alta mientras que Edgar Gael Vallecillo podría ser enviado a Estados Unidos en próximos días y Christian Silva continúa hospitalizado en la clínica 46 del IMSS.
Aplaude que los padres decidan si llevar o no a sus hijos a clases presenciales
El arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega ve con buenos ojos el que exista la posibilidad de que los padres de familia sean quienes decidan si sus hijos regresan este lunes de manera presencial a las aulas, tras más de un año y medio con clases a la distancia por la pandemia de covid-19.
Mencionó que la educación ha resultado con graves afectaciones ya que existieron limitaciones para algunos alumnos, mismas que no les permitió continuar con sus clases en línea de manera regular.
Espera que sea un regreso a clases de manera segura.
“Lo importante es que se garantice por una parte el cuidado de salud que debe existir y por otra que se garantice que sea realmente una experiencia de formación y educación para los niños, los adolescentes, los jóvenes porque eso es lo que deseamos y lo que se busca”, comentó el cardenal.
JMH