La arquidiócesis de Puebla, a través de su obispo auxiliar, Tomás López Durán, hizo un llamado a la justicia y a la paz en el estado y en toda la República Mexicana; además, hizo oraciones por las víctimas de violencia, por las personas desaparecidas y por la conversión de los victimarios.
Más de 600 sacerdotes diocesanos y religiosos, integrantes de órdenes religiosa y miles de files de la diócesis angelopolitana continuaron con la jornada de oración por la justicia y la reconciliación en México denominada “Seamos constructores de la paz”.
Al inicio de la celebración religiosa que encabezó en la Basílica Catedral de Puebla, Tomás López Durán, obispo auxiliar de la arquidiócesis, destacó que se mantiene la intención de seguir orando por las víctimas de la violencia, los desaparecidos y la conversión de quienes cometen delitos y dañan a la sociedad.
“La intención de este domingo, con toda la República Mexicana, estamos orando por los hermanos víctimas de la violencia, los desaparecidos”, expresó López Durán.
El obispo auxiliar del arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, encabezó las oraciones por todas las personas, en particular, por quienes están sufriendo a causa de actos violentos y por los sacerdotes y fieles que se unen a la jornada de oración por la paz.
“Por los bienhechores, amigos y adversarios, las víctimas de la violencia, de las guerras, injusticia, corrupción y persecución religiosa y de todos los que han muerto en tu misericordia, admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros. Te regamos por los sacerdotes de las seis zonas pastorales que en este mes de julio han estado orando por la justicia y la paz, por la vida consagrada, por los seminaristas, por la comunidad de los Remedios”, expresó.
En su mensaje a los fieles católicos, López Durán resaltó la importancia de que cada persona, desde su ámbito, se convierta en un constructor de la paz y la armonía ante el ambiente que rodea a las comunidades y ciudades del país.
“Orar, rogar, suplicar por las víctimas de la violencia, los desaparecidos, de las víctimas de toda injusticia dentro y fuera de la iglesia”, expresó el obispo auxiliar de Puebla.
López Durán expresó que el deseo de los creyentes consiste en que, a partir de la oración, los victimarios y quienes cometen actos que lastiman a la sociedad, se conviertan en personas que hagan el bien.
“De implorar la conversión de los victimarios que se encuentran en todos los ámbitos de la Tierra, sin excluir a ningún pueblo, raza o nación. Todos podemos ser objetos de su perdón y de obtenerlo como sucedió con el ladrón arrepentido y con la gracia de su espíritu renovar la faz de la Tierra ahora ensombrecida por tanto dolor y muerte”, explicó.
Resaltó que, a lo largo de las misas de todo este mes, en los rosarios, en las horas santas y en todas las actividades religiosas se está pidiendo por las personas que perdieron la vida por la violencia y porque vuelva un clima de armonía al país.
Ante el doble asesinato de los sacerdotes de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, Javier Campos y Javier Mora en la sierra Tarahumara, además del guía turístico Pedro Palma, en el templo de la comunidad de Cerocahui, en la región de la sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, el pasado 22 de junio, los obispos poblanos se sumaron al llamado de un alto a la violencia.
El pasado martes 5 de julio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a una jornada de oración por la paz. La CEM pidió a que, en los templos, como signo profético de la Iglesia, en las misas del día 31 de julio, los sacerdotes, religiosos y religiosas, así como los creyentes, pedirán por los victimarios, se orará por sus vidas y por la conversión de sus corazones.
CHM