Más de 400 familias que resultaron afectadas por una explosión que se originó por una toma clandestina a un ducto de gas en San Pablo Xochimehuacan, son apoyadas con despensas, ropa y víveres que aporta la sociedad a través de la arquidiócesis de Puebla, la Fundación Cáritas y el Banco de Alimentos.
Guillermo Campos, párroco de Xochimehuacan, destacó que gracias a las aportaciones que realiza la población, se puede apoyar a familias que resultaron afectadas, muchas de ellas, perdieron sus casas y están durmiendo con familiares y amigos.
En entrevista para MILENIO Puebla, el religioso destacó que es complicado contabilizar el total de apoyos entregados; sin embargo, se tiene el registro de más de 400 familias con diferentes carencias en diferentes momentos.
Campos destacó que, a partir de la iniciativa del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, se determinó que todos los templos de la Arquidiócesis sean centros de acopio de víveres para brindar apoyo a las personas con más necesidades.
“Nos mantenemos apoyando a las familias que resultaron afectadas. Algunas de ellas llevan ocho días con la misma ropa. Desde que se presentó la tragedia en San Pablo Xochimehuacán el pasado domingo, se emprendieron acciones urgentes para apoyar a todas las familias que resultaron con afectaciones", comentó.
Agregó que el Banco de Alimentos Cáritas envía despensas, así como distintas párroquias de la arquidiócesis, las fueron distribuidas entre las personas más necesitadas, desde la Parroquia de San Pablo Xochimehuacan.
Con apoyo de los voluntarios y fieles, se preparan tres comidas diarias y se distribuyen víveres a las personas que perdieron sus casas en la llamada zona cero.
“Agradecemos todo el apoyo. Las comidas son preparadas en un domicilio particular, donde diversas señoras de los grupos parroquiales prestan generosamente su servicio. De la misma forma, agradecemos el hospedaje en casas de las mismas familias de la parroquia, para quienes perdieron todo”, explicó.
A ocho días de la tragedia, las principales necesidades en la zona afectada se relacionan con la importancia de despensas para apoyar a las familias.
“Lo que más se requiere ahora son despensas para apoyar a las familias. Las personas que puedan apoyar, lo pueden hacer enviando alimentos, despensas a cualquiera de las parroquias. En estos días, también hemos recibido apoyo directamente en la Parroquia de San Pablo, en Calle Francisco I. Madero s/n, en la zona centro de San Pablo Xochimehuacán. Seguimos recibiendo apoyo para las familias afectadas", explicó Campos.
Por otra parte, a una semana de la explosión registrada el 31 de octubre en San Pablo Xochimehuacan, provocada por una toma clandestina a ductos de gas, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, agradeció a quienes realizan acciones para apoyar a las familias afectadas y llamó a seguir llevando ayuda ya que existen personas que no tienen para comer y quienes se quedaron sin su vivienda y están durmiendo en casas de familiares y amigos.
Resaltó que desde el primer momento en que se presentó la tragedia, los párrocos y fieles se organizaron para brindar apoyo a quienes quedaron en desgracia; sin embargo, todavía se presentan necesidades de alimentos.
“Hoy tenemos que ayudar a estos hermanos de San Pablo Xochimehuacan. Hace algunas semanas, a nuestros hermanos de la Sierra. Todas nuestras parroquias del estado de Puebla se solidarizaron con aquellas comunidades que estaban sufriendo. Hoy nuestras parroquias de la ciudad de Puebla, de la sede arzobispal se han solidarizado y desde el primer momento en que pasó la desgracia en San Pablo Xochimehuacan, se han hecho presentes y les agradezco de corazón”, destacó Sánchez Espinosa.
Recordó que la iglesia católica mantiene abiertos sus templos como centros de acopio para recibir alimentos que serán destinados a las personas más necesitadas de la junta auxiliar ubicada al norte de la capital del estado y resaltó la labor del párroco, Guillermo Campos, quien organizó a sus grupos religiosos para organizar la entrega de comida y despensas.
“Los centros de acopio para nosotros para la iglesia católica son nuestras parroquias, son nuestros templos. Desde el primer momento, Cáritas ha estado presente, el Banco de Alimentos ha estado presente y el párroco, el padre Guillermo Campos ha movido a sus grupos parroquiales para que los hermanos que se quedaron sin casa puedan tener acogida por otros hermanos, por otras familias mientras ven qué sigue. Aquellos hermanos que no tienen qué comer, los grupos parroquiales se han organizado para darles de comer. Nuestras parroquias están apoyando. La iglesia se ha hecho presente desde el momento mismo de la desgracia que pasó a esa comunidad”.
Víctor Sánchez Espinosa resaltó que, a una semana de la tragedia, todavía existe un número importante de familias que se quedaron sin hogar y que siguen requiriendo apoyos para alimentarse y para descansar.
“Afortunadamente, no hubo muchos decesos, pero hay muchos heridos y muchas familias sin hogar. Yo quiero agradecer el apoyo de nuestras parroquias, el apoyo de Cáritas que es el organismo de caridad de nuestra iglesia católica, a través de su Banco de Alimentos”, expresó.
AFM