Tras las marchas que se realizaron el 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer, monseñor Tomás López Durán, pidió por este sector de la población para que viva libre de violencia y que el mundo respete su dignidad, valor y presencia, pues tienen una importancia en la historia de la salvación.
En el cuarto domingo de cuaresma, señaló que la iglesia se conduce en todo el mundo en este camino penitencial para escuchar atentamente con el corazón su palabra, por lo que, se debe reflexionar para hacer un cambio en la vida.
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Ante esto, pidió por las mujeres para que en todo el mundo aprendan a respetarlas y valorarlas, debido a que juegan un papel importante en esta vida, por ello, debe vivir libres de violencia.
“El pasado viernes 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, pedimos abundantes bendiciones para todas las hermanas que viven esta gracia de formar parte de nuestra iglesia y de todas las comunidades del mundo”, enfatizó.
Asimismo, indicó que, a unos días de vivir la temporada más importante para los católicos y deben acercarse a la luz de Cristo, para que los pecados cometidos en la tierra no sean un impedimento.
En este contexto, exhortó a los creyentes a que la vergüenza de los pecados que se han cometido no sea un impedimento para acercarse a él, pues su presencia en el mundo no es para condenar, sino para perdonar y salvar.
Expresó que la misericordia y el amor de Dios son muy grandes, toda vez que por los pecados se muere, pero por generosidad de Cristo nos regresa a la vida y Dios a través de Jesús muestra su incomparable riqueza de la gracia y bondad para los seres humanos.
De igual forma, comentó que no se debe perder la identidad como hijos de Dios en esta cuaresma, al exhortar que la violencia se deje a un lado.
López Durán agregó que a los fieles les toca vivir su propio desierto, que es un lugar de pruebas y tentaciones de peligros, donde se vive la lucha frontal contra las fuerzas del mal, pero con un signo de salvación.
AAC