Llenos de fe y esperanza, cientos de fieles se reunieron desde las primeras horas para conmemorar el Miércoles de Ceniza, que durante este 2022 se vivió de manera híbrida, es decir, tanto de forma presencial como en los distintos templos católicos como con la entrega de pequeñas bolsitas de ceniza, para quienes no puedan acudir.
Con el Semáforo Epidemiológico en Amarillo los templos de la Arquidiócesis de Toluca, entre ellos la Catedral, abrieron sus puertas para esta conmemoración con la que se marca el inicio de la Cuaresma.
Días de reflexión
El vicario general de la Arquidiócesis de Toluca, Antonio Hurtado, señaló que con el Miércoles de Ceniza inicia un periodo de 90 días que se divide en dos procesos.
- El primero de ellos corresponde a la Cuaresma, es decir, los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
“Son 40 días se reflexión, de penitencia, de instrospección, de mirar al interior de nosotros mismos para experimentar el llamado insistente del señor al arrepentimiento y a la conversión”.
- El segundo tiempo es el que está comprendido por 50 días posteriores, en los que la Iglesia estará celebrando el gran acontecimiento de la resurrección de Jesucristo.
“Es un tiempo, que el Señor nos da, confiado en nuestra capacidad y en nuestro esfuerzo de volvernos a él, de corregir nuestros comportamientos, nuestras conductas, nuestros pensamientos, palabras y obras, para que verdaderamente volvamos a él”.
Sostuvo que la Cuaresma es una experiencia que se vive en toda la Iglesia siendo conscientes de que ‘a pesar de la salvación que el señor nos ha dado, seguimos pecando, seguimos abrazando en nuestra vida la maldad y el pecado”.
Esta fecha, añadió, debe vivirse de forma plena y no únicamente como un rito, pues es una oportunidad para prepararse bajo la reflexión y la mirada interior.
Señaló la importancia de caminar, como Iglesia, que no ‘dejemos atrás a quién ha decidido no caminar’ ayudando desde las prácticas cristianas que sugiere el Evangelio, la oración, el ayuno y la caridad.
“Vivamos este camino cuaresmal, pidamos al señor que él esté con nosotros, que él nos descubra su bondad y que tenga compasión y misericordia de nosotros, busquemos durante este tiempo la reconciliación, el perdón de nuestros pecados; pero también la reconciliación con nuestro prójimo”.
Llamó a hacer de la vida un servicio de caridad, donde haya preocupación por los más necesitados, por aquellos que ‘hemos quizás abandonado o visto menos’.
Un poco de historia
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva, ya que las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años Después de Cristo (D.C) y a partir del siglo XI la Iglesia en Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.
KVS