Ante la tormenta tropical que trajo beneficios, pero también daños a Nuevo León, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, aseguró que los ciudadanos han aprendido a prepararse ante la adversidad.
Durante su tradicional mensaje dominical en redes sociales, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que hay que evitar en un futuro que las consecuencias de una tormenta o huracán se conviertan en grandes desastres.
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“Si bien estamos agradecidos por la bendición de las lluvias, la cual nos trae grandes beneficios, ya que las presas del estado han captado gran cantidad de agua, y los campos también se ven beneficiados”.
“Es una oportunidad para pensar en lo que hemos dejado de hacer y que es necesario que no dejemos pasar más tiempo para atenderlo a la mayor brevedad y así evitar en un futuro que las consecuencias de una tormenta o huracán se conviertan en grandes desastres, hemos aprendido a prepararnos ante la adversidad”, dijo.
Cabrera López reconoció la labor de tantos hermanos y hermanas que en un servicio han estado atendido a la comunidad, especialmente a las zonas más vulnerables.
“Debemos reconocer la buena respuesta de la población que ha procurado mantenerse en sus hogares la preocupación de sus patrones por sus trabajadores”.
“Asimismo expresamos nuestras condolencias a las familias que han perdido a un ser querido como consecuencia de estas lluvias, pedimos al señor que las fortalezca”, señaló.
El arzobispo de Monterrey exhortó a atender las recomendaciones de Protección Civil y no poner en peligro nuestras vidas.
Por parte de la Iglesia, agregó, Cáritas está coordinando los esfuerzos para que la ayuda llegue a donde más se necesite.
“Nuestra ciudad siempre se ha caracterizado por nuestra solidaridad y sabemos que en esta ocasión no será la excepción”, indicó.
mrg