En Puebla, casi el 100 por ciento de los 427 sacerdotes que forman parte de la arquidiócesis están vacunados contra covid-19; mientras que durante la pandemia se registró la muerte de 61 religiosos, la mayoría luego de dar positivo a pruebas para detectar la presencia del virus Sars-CoV-2.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, destacó que en todas las parroquias y templos de su territorio religioso se aplican las medidas sanitarias contra covid-19 como sana distancia, uso de cubrebocas y la colocación de gel antibacterial.
“Prácticamente todos los sacerdotes están vacunados contra este virus del Covid-19, para estar protegidos contra esta enfermedad. Nosotros mantendremos las medidas sanitarias en los templos y en todos los espacios religiosos para no ser un foco de contagios del covid-19”, apuntó Sánchez Espinosa.
En este año 2022, enmarcado por la pandemia de covid-19 y el regreso a las actividades presenciales, la Arquidiócesis de Puebla reporta que cuenta con 427 sacerdotes diocesanos y 250 sacerdotes religiosos, que atienden las 317 parroquias y las pastorales de la diócesis.
A lo largo de la pandemia de la covid-19 que comenzó en marzo de 2020, un total de 61 sacerdotes de la arquidiócesis de Puebla perdieron la vida, mayoría de los casos se presentaron después de que resultaron contagiados por el virus Sars-Cov-2.
Del total de los religiosos poblanos que perdieron la vida, 41 eran sacerdotes diocesanos y formaban parte de la arquidiócesis de Puebla; mientras que 20 eran integrantes de diferentes órdenes religiosas con presencia en la entidad.
Sánchez Espinosa destacó que mantiene sus oraciones por los sacerdotes que fallecieron y por todos los poblanos que perdieron la vida en los últimos años; así como por todas las familias que están enfrentando las consecuencias y efectos de la pandemia.
“Nuestras familias han sufrido en la pandemia. Nosotros como sacerdotes, también, hemos sufrido, 61 sacerdotes difuntos en este tiempo, 41 sacerdotes de nuestra iglesia diocesana, 20 sacerdotes religiosos; y muchos, muchos sacerdotes enfermos que, gracias a Dios se han recuperado, pero, también han sufrido la pérdida de sus familiares”, apuntó Sánchez Espinosa.
Dentro de la lista de sacerdotes fallecidos durante los últimos dos años en la arquidiócesis se encuentran seis canónigos del Cabildo de la Basílica Catedral de Puebla, Gilberto Navarro, quien era párroco del templo de San Marcos; José Guadalupe Sanguino, quien ya estaba retirado; Álvaro Ramírez, religioso que estaba al frente del templo de Santa Catalina; Andrés Cabrera, quien estaba en el templo del Parral; Leandro Ríos, quien estaba retirado; y Félix González, estaba en la parroquia de la Villita en Tecamachalco.
En la lista de sacerdotes que perdieron continúa con José Guadalupe Sanguino Fuentes, quien tenía 85 años de edad; Valentín Ramírez Tlaque, 68 años de edad; Álvaro Ramírez Hernández, 97 años de edad; Joaquín Fausto Silva Omaña, 59 años de edad; Juan Francisco Espino Godínez; 54 años de edad; Rafael Amaro Goiz, 54 años de edad; Adán Soto Aguilar, 76 años de edad; y José Armando Guillermo López Téllez, 63 años de edad.
CHM