El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, hizo oraciones por los jóvenes Juan de Dios Núñez Barojas, y hermanos Vicente y Abraham Basurto Linares, quienes fueron encontrados sin vida a cinco años de su desaparición.
De la misma forma, el arzobispo de Puebla hizo oraciones por la menor de cinco años Estefanía y por sus abuelos, Adalberto Torres y María Magdalena Carrera, quienes perdieron la vida en un accidente vial sobre la carretera federal entre Puebla y Tlaxcala, a la altura del rastro municipal, el fin de semana pasado.
Como parte de las intenciones realizadas en la misa dominical que encabezó en la Basílica Catedral de Puebla la mañana del domingo, Sánchez Espinosa expresó su solidaridad y acompañamiento hacia las familias que el pasado viernes 18 de febrero recibieron los restos de sus tres hijos por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
“En estos días, un grupo de tres jóvenes que estaban reportados como desaparecidos. Pidamos a Dios por ellos, por sus familias, Juan de Dios Núñez Barojas, Abraham Basurto Linares y Vicente Basurto Linares”, destacó Sánchez Espinosa.
Juan de Dios Núñez Barojas fue hijo de María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla que hace casi cinco años comenzó un movimiento para encontrar a personas desaparecidas.
En su momento, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, la Clínica Jurídica Minerva Calderón y el Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Ibero Puebla, a través de un comunicado, reconocieron la trayectoria de la activista en la lucha porque las autoridades cumplan con su tarea de mantener las búsquedas de las personas desaparecidas o no localizadas.
La Ibero Puebla llamó a la Fiscalía General del Estado (FGE), a la Comisión de Búsqueda de Personas y al gobierno del Estado de Puebla a que, frente al proceso de revictimización que han vivido María Luisa Núñez Barojas y su familia, se les garantice la verdad, justicia y las medidas adecuadas de reparación; y, al mismo tiempo, se les brinden todas las facilidades y un trato digno y humano en el proceso de esclarecimiento de la desaparición de su hijo Juan de Dios hace cinco años.
Por otra parte, el arzobispo de Puebla dedicó la misa dominical por el eterno descanso de Estefanía, quien tenía cinco años de edad; y por sus abuelos, Adalberto Torres y María Magdalena Carrera, quienes perdieron la vida luego de un accidente.
“Hace unos días, en un accidente murió una familia, los abuelos y una niña nieta, en la carretera Puebla-Tlaxcala, Adalberto Torres, María Magdalena Carrera y la niña Estefanía”, apuntó el arzobispo.
CHM