Guerreras refuerzan su autoestima mientras luchan contra el cáncer

La asociación “Artesanas Trabajando con el Corazón ha entregado más de 200 prótesis de cabello a pacientes, tanto a nivel nacional como internacional.

Pelucas oncológicas elaboradas por tamaulipecas. | Especial
Elda Leticia Gutiérrez
Tamaulipas /

Como un noble gesto de amor al prójimo, mujeres donan su cabello para dar vitalidad a quienes luchan contra el cáncer. Y es que la caída del pelo es una de las etapas más difíciles para aquellas guerreras que combaten con fe esta mortal enfermedad y que encuentran en el camino el respaldo de otras mujeres que las apoyan en medio de la adversidad.

La asociación “Artesanas Trabajando con el Corazón” ha entregado más de 200 pelucas oncológicas a pacientes, tanto en el país, como en el mundo, y entre las beneficiadas hay muchas tamaulipecas. El vínculo de este apoyo es a través de Movimiento Benito que preside Jackeline Montesinos, y el proyecto en puerta es instalar un taller para ampliar el beneficio a cada vez más mujeres.

En entrevista con MILENIO Tamaulipas, Ana Isabel Sánchez Gutiérrez y Pablo Lira Solano, originarios de Mazatlán, Sinaloa, expresaron que crean estos productos que dan a las mujeres belleza y seguridad en su lucha contra el cáncer de mama.

¿Qué la llevó a crear pelucas oncológicas?

Tengo 12 años haciendo labor social en fundaciones; yo recolectaba el cabello todo el año y en octubre lo donaba a estas fundaciones… tristemente el 4 de noviembre nos enteramos que una persona allegada tenía cáncer, ella había donado cabello”.

Agrega la entrevistada que ella se sintió con el derecho de ir a pedir una peluca, pero no se la dieron porque las vendían y así pasó noviembre y diciembre.

Pelucas oncológicas | Especial

“La verdad me molesté y ya no quería recibir cabello, porque esta persona murió, y ella no quería irse sin pelo”. Fueron estas circunstancias las que la motivaron a emprender su propio taller y elaborarlas, ello en 2018, derivado de esta lamentable experiencia que los llevó a aprender a crearlas y posteriormente donarlas a quienes lo solicitaban.

“Me comprometí cuando hicimos la asociación a hacer una mensual o dos, y si sacamos cuentas, de 2018 a lo que va de este año, llevamos más de 200 entregadas”

La tendencia hace 17 años, con la puesta de las extensiones de cabello, ayudó a Ana Isabel, ya que sabía de esta práctica, pero lo refrendó con un curso en Guadalajara. 

“Tenía idea de pegar pelo por pelo, pero la verdad es muy cansado el proceso, y al final pues le agarramos gusto a esto; de la primera que hicimos a las que ahora confeccionamos, se ven 100% naturales que ni parecen pelucas”.

Dijo que para armar una peluca oncológica requieren al menos 10 personas donantes de cabello, porque entre la puesta y el momento de elaborarlas se pierde pelo. Precisamente, “Movimiento Benito”, en su primer “Trenzatón”, logró acumular una donación de 300 trenzas que llegaron a Mazatlán y que pronto serán otorgadas a beneficiarias a través de pelucas.

Pelucas oncológicas elaboradas por tamaulipecas.

A María Teresa Salinas López, su condición de sobreviviente del cáncer de mama, la llevó a formar la asociación “Guerreras con Turbantes”.

Y es que la vida le dio la oportunidad de ayudar a sus semejantes, incluso a hombres, porque esta enfermedad, no es exclusiva de mujeres, aunque las estadísticas confirman que el daño es mayor hacia este género. Considera que la seguridad de las mujeres está en la cabellera, y cuando deben pasar por quimioterapias, lo primero que las derrumba en su autoestima, es que este tratamiento les tumba el pelo.

“Comparto con todas mi testimonio de vida en varios lugares y vivo apoyando a mujeres que están pasando por este proceso. Este es un mes para proyectar, la gente nos puede apoyar con la compra de pulseras que nos permite comprar hilos y agujas, y que nos donen telas porque eso nos ayuda a regalar turbantes”.

Para la maestra Tere, su mayor anhelo es que ya no exista cáncer, pero la enfermedad prevalece, por ello, pidió actuar con oportunidad, como lo hizo ella en su momento, al detectarlo en una temprana etapa.

“Mi diagnóstico fue muy a tiempo, con un tumor de 1.1 y el otro de 1.3, y cuando es así, tenemos más probabilidad de sobrevivencia”. Menciona que cuando ella encuentra a una guerrera que está librando la misma lucha, le dona un turbante sin importar qué tipo de cáncer tiene.

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