El gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez, informó que el seguimiento y tráfico de armas será el principal objetivo de la oficina en Jalisco de la Agencia Federal de Seguridad de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), organismo estadunidense que próximamente tendrá una sede en tierras jaliscienses, para trabajar en coordinación y colaboración con el país vecino.
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Según precisó el mandatario, en el estado dicha oficina también tendrá un impacto positivo para la industria automotriz, electrónica y agroindustrias.
“Ya está eso resuelto”, dijo el gobernador. “Ya existen oficinas (de la ATF) en Ciudad de México y Monterrey, y por primera vez va a existir en Jalisco y será de gran ayuda para tareas muy específicas, particularmente para el esfuerzo que estamos haciendo para sacar las armas que están circulando por las calles. Fundamentalmente el tema de seguimiento de armas y tráfico de armas es una de las agendas más importantes pero tiene que ver con explosivos, tiene que ver con muchas cosas con las que vamos a poder reforzar la estrategia de seguridad”.
Una de las tareas más importantes de la ATF es el seguimiento a las armas recuperadas por las autoridades luego de haber sido utilizadas en un crimen, o por estar a manos de criminales. Ese seguimiento incluye armas en 131 países, incluyendo México.
De acuerdo con el sitio de internet de la ATF, por cada arma recuperada se hace un seguimiento de todo su movimiento, comenzando por saber a quién le vendió el arma cada fabricante o importador, y mantiene una línea para saber cuál fue su cadena de distribución hasta encontrar al comprador final. Todo esto para lograr líneas de investigación para casos criminales. Esta tarea la hace el centro nacional de rastreo (NTC, por sus siglas en inglés).
El NTC provee, según el sitio de la ATF, “información crítica que ayuda a agencias de la ley domésticas (EU) e internacionales a resolver crímenes donde se utilizan armas de fuego; rastrea el tráfico de armas; e identifica tendencias respecto al movimiento intraestatal, interestatal e internacional de armas involucradas en crímenes”.
La identificación de un arma incluye el fabricante, importador si aplica, modelo, calibre y número de serie.
Un reporte de la ATF correspondiente a 2020 señala que en México se recuperaron 19 mil 762 armas, de las cuales 13 mil 375 fueron fabricadas o importadas a Estados Unidos, mientras que de 6 mil 387 no se supo su fabricante, o el país de origen, es decir, que no se vendieron en territorio estadounidense.
De las armas recuperadas y rastreadas por la ATF en México correspondientes a 2020, de las 19 mil 762 piezas, el 49.6 por ciento corresponde a pistolas; 11.7 por ciento a revólveres; 30.6 por ciento a rifles en sus diferentes tipos (incluyendo alto poder); 5.6 por ciento a escopetas; y 2.5 por ciento a armas de otro tipo, como ametralladoras, dispositivos explosivos, lanzadores de bengalas, silenciadores y demás.
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JMH/SRN