Yakiz, negocio de comida en Atizapán de Zaragoza que apoya a las personas sin hogar

Carlos Zuñiga, uno de los socios y cocinero, señaló que el objetivo es ayudar a personas con problemas de alcoholismo, drogadicción y en situación de calle.

"Mi ilusión es sacar a las personas que han caído en las adicciones y apoyarlas". (Especial)
Alicia Rivera
Atizapán de Zaragoza /

En 2020, año del confinamiento por la pandemia de covid-19, Carlos Zúñiga de 34 años, quien fue enfrentó una adicción a las drogas y el alcohol, junto con un socio aprovecharon el tiempo de encierro para gestar el proyecto de instalar un pequeño restaurante que tiene la finalidad de poder apoyar a personas sin hogar con problemas de alcoholismo y drogadicción y de la tercera edad que están en situación de calle.

“Yo fui drogadicto, nunca viví en la calle, viví por días nada más, pero me rehabilité en la iglesia cristiana, me apoyaron personas de Alcohólicos Anónimos y ahora mi ilusión es sacar a las personas que han caído en las adicciones y apoyarlas”.

Es por ello que actualmente en “Yakiz”, trabajan dos hombres que salieron de rehabilitación en enero de este año, “una persona llevaba más de 10 años en la calle y otra persona tuvo recaídas y recaídas por varios años, pero si tenía donde vivir, Son adultos de 44 y 52 años y ahora viven conmigo para que tuvieran la oportunidad de tener un techo, ahora ya son responsables de algunas actividades como las compras”.

El negocio de comida, se encuentra en la colonia Jacarandas, en el municipio de Atizapán de Zaragoza.

El nombre, señaló, es en honor a la tribu de los Yaquis, “ellos son danzantes y a nosotros nos gusta mucho bailar, preparamos comida estilo Sonora, hot dogs, tacos y ensaladas, estamos viendo ampliar el menú”.

A veces venden bien, dijo, pero sin falta cada jueves llevan comida a las 6 de la tarde a la zona donde se encuentran personas en situación de calle y prostitución en el Metro Revolución de la Ciudad de México, “preparamos tortas de chilaquiles, tacos sudados, de papa, frijol, tortas de adobo con salchichas, huevo en salsa verde, la gente nos espera afuera del metro, siempre llevamos para 100 personas y se acaba”.

Carlos recordó que a los 15 años comenzó con el alcohol, después con la marihuana, piedra y LSD, además de enfrentar problemas familiares, de pandillerismo y violencia.

“Ya no podía vivir en la casa, había muchas discusiones familiares y a los 22 años me fui de la Ciudad de México, donde nací, me traslade a Atizapán de Zaragoza donde estuve internado en un centro AA, donde me rehabilité. Hoy quiero volver empezar mis estudios y ser licenciado en Derecho”.

MMCF

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