Habitantes de las comunidades aledañas a la Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ubicada en Atotonilco de Tula, exigieron a las autoridades de los tres niveles contribuir en acciones para combatir la plaga de moscas en el área debido a la acumulación de lodos derivados del agua residual.
Los pobladores de San José, San Antonio, El Portal y El Salto, entre otras, señalaron que desde hace años han denunciado la aparición excesiva de moscas en esa zona por la operación de la tratadora, lo que ha causado entre los vecinos malestares de salud y mortandad de animales de patio.
Durante la anterior administración municipal, encabezada por Raúl López Ramírez, se reunieron con funcionarios locales, estatales y representantes de la PTAR para abordar la problemática, y como parte de esos diálogos se acordaron estudios para determinar el origen de la plaga, además de convenir con representantes de la planta que se aplicaría cal sobre los lodos residuales, se fumigaría y colocarían trampas en la barda perimetral para evitar la proliferación de moscas y chinches.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) clausuró el monorelleno, donde se detectó la aparición de la plaga, debido a que según los funcionarios, había incumplimientos ambientales.
Los resultados de esos monitoreos y estudios nunca se revelaron por parte del área de Desarrollo Urbano y Ecología del ayuntamiento, instancia que entonces tenía a su cargo el tema, por lo que no se conocieron más detalles sobre la plaga, pero el director del área José Antonio Rodríguez Cruz, afirmó que a raíz de la fumigación había disminuido la plaga.
Pero los vecinos indicaron que el problema no ha desaparecido y sigue causando problemáticas de salud.
Jorge Rivadeneira, médico veterinario zootecnista que labora en la zona, indicó que la “mosca es ya un tema de preocupación latente pues casas, negocios, establecimientos de comida están sufriendo la invasión de la mosca negra, conocida como moscardón”.
Expresó que “son moscas grandes y peludas, capaces de morder e infectar con bacterias tales como helicobacter pylori, salmonelosis, e. Coli, tifoidea, sarcoptes scabiei ̧entre otras, ya que sus patas y probóscide (órgano bucal de forma alargada), pueden transportar estas enfermedades a los humanos y además una mosca al pararse en excretas de animales enfermos como caninos con parvovirus, distemper o moquillo, coccidia, entre otros, enferman a sanos”, destacó.