Ríos Alseseca y Atoyac agonizan: Dale la Cara

En Barranca del Conde, al norte de la capital poblana, la contaminación genera un grave impacto en la salud de las personas que habitan a sus alrededores.

Ríos Alseseca y Atoyac agonizan: Dale la Cara | Andrés Lobato
Jaime Zambrano
Puebla /

Ante los altos niveles de contaminación y las descargas residuales que reciben de forma clandestina, los ríos Atoyac y Alseseca que pasan por la zona metropolitana de Puebla, se encuentran al borde de la muerte.

La consejera de la organización no gubernamental Dale la Cara al Atoyac, Verónica Mastretta Guzmán, destacó que, si se comparan a los afluentes contaminados de la entidad con personas, se podría decir que enfrentan problemas que ponen en riesgo su vida en varios momentos del día.

Después de que MILENIO Puebla dio a conocer los resultados de pruebas de laboratorios realizadas a descargas irregulares a los ríos y barrancas de Puebla durante el mes de mayo y a lo largo de este mes, que muestran que las aguas contienen exceso de salmonela y coliformes fecales; y en menor medida otros contaminantes, Mastretta Guzmán destacó que se trata de un problema de salud para la población que vive a los alrededores por atender.

"Si los ríos fuesen personas, se podría decir que sus riñones y su hígado están severamente dañados porque la cantidad de contaminantes no se puede procesar por plantas tratadoras", destacó la defensora del medio ambiente.

De la misma manera, si los ríos fuesen seres humanos, el sistema digestivo se encuentra colapsado por parásitos y presentarían enfermedades relacionadas con bacterias, así como un envenenamiento y hasta enfermedades cerebrales producidas por la ingesta de metales pesados.

La activista ambiental recordó que desde el año 2015, se registra una toma de muestras de aguas de los ríos que atraviesan por la entidad poblana y en todo momento, se detecta la presencia de contaminantes por encima de las normas ambientales que establece la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del gobierno federal.

Mastretta señaló que, durante los últimos años, se registraron en diferentes momentos, presencia de contaminantes como colorantes, grasas, disolventes orgánicos, ácidos acético y fórmico, sólidos en suspensión y hasta metales pesados en los afluentes del Atoyac.

Ante la contaminación que se registra, es fundamental que las autoridades municipales y federales continúen con operativos para detener las descargas irregulares, que en muchas ocasiones llegan a través de tuberías subterráneas.

De acuerdo con la organización Dale la Cara al Atoyac, la Barranca del Conde, que forma parte de la cuenca del Atoyac, al norte de la capital del estado, se registran descargas de contaminantes que ponen en riesgo la salud de la población.

En Barranca del Conde, la contaminación genera un grave impacto en la salud de las personas que habitan a sus alrededores. Se registra la presencia de sólidos suspendidos que provocan la formación de nuevos compuestos que pueden llegar a ser tóxicos, ya sea para el ambiente o para los seres vivos que consuman su agua.

En los análisis realizados a las aguas de Barranca del Conde se registraron coliformes fecales que pueden generar en los seres humanos enfermedades infectocontagiosas como fiebre, infecciones, tifoidea y hepatitis; además, se ha registrado la presencia de Fierro, un disruptor hormonal, por lo que en el ser humano puede desencadenar una producción reducida de insulina que causa la diabetes.

Por otra parte, en río San Francisco, a la altura del vaso regulador de Puente Negro, al norte de la capital del estado, se aprecia contaminación de las aguas, acumulación de basura, líquidos de diferentes colores y olores desagradables.

Vecinos de la zona advirtieron que se presentan descargas irregulares en la zona que terminan por contaminar el afluente que luego es entubado y pasa por la ciudad de Puebla y luego se une al Atoyac, al sur.

Cabe recordar que tras los análisis realizados por laboratorios contratados por el gobierno de Puebla para analizar las aguas que fueron vertidas durante a finales de mayo y en junio, de manera irregular, al río Alseseca y los campos que se encuentran en la zona del estadio Cuauhtémoc a través de pipas o tuberías clandestinas, las aguas contienen exceso de salmonela y coliformes fecales; y en menor medida otros contaminantes.

Asimismo, el reporte indicó que las aguas arrojadas de forma irregular al medio ambiente de Puebla están catalogadas como contaminadas porque superan límites establecidos en la Norma Oficial Mexicana (NOM)-04 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)-2002.

AFM

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