Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, padres de los 43 y activistas de diferentes organizaciones marcharon en la cabecera municipal de Iguala, a cinco años de la desaparición de los estudiantes.
La marcha comenzó desde las 15:00 horas en la estela que se erigió en memoria de Julio César Mondragón, quien fue encontrado muerto y con el rostro desollado cerca de la zona de los ataques.
Más adelante, sobre la esquina que forman la avenida Juan N. Álvarez y el libramiento a Taxco se colocó una ofrenda floral en el punto en que fueron asesinados Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo, en donde reprocharon que a cinco años de distancia, todavía no se tengan avances claros en las investigaciones relacionadas sobre el caso.
Los padres de los normalistas señalaron que llegan al quinto aniversario sumamente dolidos por la incertidumbre que genera la liberación de por lo menos 70 personas implicadas en los ataques contra sus hijos.
El contingente marchó hacia la central de autobuses de la localidad, donde la noche del 26 de septiembre de 2014 los normalistas rurales tomaron las unidades que utilizarían para trasladar contingentes a la marcha programada para el 2 de octubre, en Tlatelolco.
Ahí realizaron un mitin, en el que no se generaron sobresaltos y después de lanzar algunas consignas se dirigieron a la plaza central, para realizar una ceremonia religiosa en honor a las víctimas mortales y para pedir por la presentación con vida de los desaparecidos.
En la plaza colocaron 43 pupitres vacíos, como una muestra de que sus compañeros todavía son esperados, ahí realizaron algunas pintas en las paredes del Palacio Municipal, para recordar que el de 2014 está considerado como un “crimen de Estado” y exigir que no quede en la impunidad.
bgpa