Las basílicas de Guadalupe de México y la de Nuestra Señora de Guadalupe de España firmaron el documento de hermanamiento entre ambos santuarios en la ciudad de Toledo, España, con la finalidad de promover y divulgar la fe hacia la Virgen de Guadalupe en ambos países.
Con este acuerdo se establece que en la Basílica del Tepeyac se celebrará la fiesta de la Virgen de Guadalupe de España el 6 de septiembre de cada año; mientras que en la Basílica española se celebrará el 12 de diciembre la fiesta de la Virgen de Guadalupe de México.
La firma del convenio eucarístico fue realizada por el arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Francisco Cerro Chaves y el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguilar Retes.
En el documento se establece que se entronizará la imagen de una y otra advocación en ambos santuarios, y se rezará en México por el pueblo español y en Toledo por el pueblo mexicano.
Los arzobispos de España y México se regalaron mutuamente una imagen de la Virgen de Guadalupe. El monseñor Francisco Cerro entregó un lienzo de la imagen de la Virgen morena con las mismas medidas de la imagen que se ubica en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Por su parte, el arzobispo Francisco Cerro donó a México una talla de la Virgen de Guadalupe de las Villuercas, con el fin de que sea exhibida en la capital de México.
Mensaje del Papa
El papa Francisco saludó y festejó la firma del hermanamiento entre ambas basílicas, porque la Virgen de Guadalupe representa un mensaje de mestizaje y del encuentro de Dios con los hombres.
Además, destacó que a pesar de las diferencias etimológicas que presenta el título de Guadalupe en los idiomas árabe, latín y náhuatl, la imagen de la virgen de Guadalupe representa un mensaje de unión.
“Los estudiosos no se logran poner de acuerdo si debemos leer el título Guadalupe en árabe, en latín o en Náhuatl. Pero es curioso que lo que podría plantearse como un conflicto pueda en realidad leerse como un guiño del Espíritu Santo que hace escuchar su mensaje de amor a cada uno en su lengua”, explicó Francisco.
Asimismo, aprovechó para recordar que en cada momento histórico y en cada cultura, el Evangelio se enriquece de significado y que lejos de descartar, incluye a cada persona que lo acoge.
DM