La científica Valeria Souza se fue de Cuatro Ciénegas y antes de hacerlo escribió una carta pública donde se mostró no pesimista, sino realista, en torno al destino que le depara al Valle, clasificado por la UNESCO como un sitio RAMSAR y etiquetado dentro de las Regiones Prioritarias para la Conservación por el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Este paraíso enclavado en el desierto coahuilense tiene fecha de expiración y podría verse el desastre en un quinquenio más si los habitantes no emprenden una franca lucha por mantener sus humedales y los ecosistemas en los cuales Souza encontró estromatolitos, lo que desde su punto de vista equivale a ubicar “la tierra primitiva”.
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En entrevista para MILENIO, la bióloga, que defendió el territorio en contra de la agroindustria para evitar así la tragedia de los comunes, es decir, la sobreexplotación hasta el agotamiento de los recursos naturales por manos de unos cuantos, apuntó que al no haber regulación, la gran responsable del saqueo es la Comisión Nacional del Agua pues a pesar de decretarse tres vedas, ninguna se ejerció.
La científica escribió una carta pública donde se despide de Cuatro Ciénegas y explica que existen nuevos liderazgos.
“Había que empoderar a la gente de Cuatro Ciénegas para que sea la que cuide su territorio. Conmigo es más fácil que se distraigan porque piensan, ahí está Valeria y ella va a sacar el periodicazo, pero ya les toca a ellos”.
¿Cuál es su opinión respecto a la zona?
Nosotros llegamos en 1999 y nos llevó a Cuatro Ciénegas la NASA. Entonces no sabíamos a dónde íbamos ni qué tesoros nos esperaban. En la NASA pensaban que había algo que se parecía a la tierra primitiva pero nosotros encontramos que de veras era la tierra primitiva que se había preservado, pero eso lo descubrimos con mucha investigación y con muchos años.
Fue en 2002 cuando ella y su esposo, el científico Luis Eguiarte Fruns, hicieron el hallazgo de bacterias prehistóricas. Antes, el ictiólogo Wendell Minkley les había compartido la idea de que una porción del mar primigenio se hallaba oculta en Cuatro Ciénegas, pero él no pudo comprobarlo.
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“En 2002 nos llegan las primeras pruebas de que las bacterias de Cuatro Ciénegas se parecen más a las marinas y yo para entonces llevaba dos años estudiando geología, que es un idioma muy difícil de entender. Pero ya sabía cómo se movían las montañas y las fallas geológicas y de dónde venía el agua; estaba averiguándolo y en eso abren la frontera agrícola en El Hundido y empiezan a abrir pozos como locos y se mueren las tortugas de Nueva Atalaya que está en el suroeste y con eso empieza la batalla por Cuatro Ciénegas”.
Para Souza el mayor problema son los canales de riego. Y recordó que al cerrar el canal en Saca Salada se restauró el río en días, pero llegaron campesinos del ejido 9 de enero, que se ubica en el municipio de Frontera y destruyeron la represa a machetazos.
Dijo que, “la gente de Cuatro Ciénegas es dueña de la tierra y a la reunión que tuvimos en marzo pasado llegaron los dueños más grandes de la tierra. Ellos son los únicos que pueden demandar a la Conagua por daños y perjuicios, yo no soy dueña de un centímetro cuadrado”.
Souza afirmó que, “lo que demostró su presencia en la zona es que se puede hacer labor comunitaria, que se puede dar poder a la gente y pueden cambiar algunas prácticas. Pero por supuesto, nuestra labor entonces fue a largo plazo; más que convencer a los ejidatarios, que es más o menos imposible, nos dedicamos a educar a sus hijos y la educación de los niños ya se ve reflejada en la sociedad de Cuatro Ciénegas”.
¿Qué es lo que faltaría allí?
Yo creo que los niños están en una posición privilegiada para Cuatro Ciénegas Plan 20-40, que está transformando su salud y su educación, al educar a Héctor Arocha hace 20 años, no sabía que estaba transformando a una familia completa, una familia con ganas de ayudar.
Ellos empezaron con misiones pero se dieron cuenta que las misiones iban y venían y en realidad lo que necesitaban era cambiar el futuro de los niños. Héctor ahora tiene un doctorado en biotecnología y es director del Proyecto Génesis, donde se hará la bioprospección en Cuatro Ciénegas.
Mi colección de bacterias reunidas en 24 años se va para el municipio apenas tengamos el tanque de nitrógeno líquido con qué moverlas porque ellos son los verdaderos herederos.
Valeria Souza dijo, gracias a este proyecto educativo que empezó junto a su esposo en 2004, la región ya es otra pues los niños visualizaron la oportunidad de cambio.
“Los niños vieron que sus mentes funcionan y se les abrió un panorama que antes no tenían y eso lo cambia todo, el saber que puedes tener un futuro lo cambia todo”.
¿Ustedes los hicieron enamorarse de su entorno?
Exacto, había que enamorarlos, esa fue nuestra tarea. Enamorarlos de su tierra, de sus recursos naturales, de la belleza de su paisaje, de la historia de la vida en la tierra y darles los elementos con qué estudiarlos porque ellos tienen un laboratorio de biología molecular mejor que el mío.
El ejercicio en Cuatro Ciénegas tiene éxitos pero en la carta que escribió habla de plazos para ver efectos negativos.
Sí. Si no cierran esos canales en menos de cinco años se muere Cuatro Ciénegas. Se mueren las tortugas y los peces; las bacterias se van a esconder en la montaña y ya no se podrán explorar sus recursos genéticos.
En los 25 años que trabajó en la región, ¿cómo vio el cambio de escenario?
Completamente. Cuando nosotros llegamos, a donde pisaras el Valle estaba mojado, hoy se ha perdido el 95 por ciento del humedal y una buena parte de ello en los últimos 20 años. Sí, hemos sido testigos presenciales. La laguna de El Churince nosotros la estudiamos lo más rápido posible gracias a la Fundación Slim, y es el lugar mejor comprendido de México y de los mejores comprendidos del mundo, y ya no existe.
Cuando sueno la alarma es porque sí sé lo que está ocurriendo; el manantial de La Becerra, que es el principal está bajo y todo por regar unos campos de alfalfa de veinte familias, de las cuales además muchas de ellas ya viven más bien del turismo.
Lo que va a salvar a Cuatro Ciénegas es la industria turística porque si se seca se van los turistas cuando en realidad, si se va el agua se mueren de hambre los pobres y los ricos se van a San Antonio.
Unos cuantos se benefician a cambio del bienestar de todos los demás, esto es parte de un proyecto de los años setenta que hizo Echeverría, el secar el humedal para ampliar la frontera agrícola sin pensar que el humedal recarga al acuífero. La ingeniería nos está destruyendo; esa ingeniería para drenar el humedal se hizo bien y vaya que lo están haciendo.
¿Cómo se observa la intervención del Estado Mexicano en la zona?
No existe. Ya hay tres vedas decretadas y ninguna ha sido aplicada porque nadie sabe quién es dueño de qué, porque Conagua es un nido de corrupción y eso ya lo sabemos todos. Si hiciera su tarea, esto no habría pasado. La agricultura del desierto tiene que ser por riego por goteo como en Israel. No puede ser a chorros. No es que haya tirado la toalla, más bien este es un ejercicio de empoderamiento para los locales. Yo no me rindo pero es que ya les toca a los dueños de la tierra defenderla. Doy la estafeta porque ya están listos. Si no lo sueltas, el niño no aprende a caminar solito.
cale