Después de egresar como Biólogo de la Universidad Autónoma de Querétaro, hace 14 años, y tras ofrecer su voluntariado en el Jardín Botánico de la casa de estudios, José Francisco Díaz se quedó con un título universitario y sin trabajo, así que con los conocimientos adquiridos en los tres años que trabajó gratuitamente en este lugar, tuvo que autoemplearse.
Ya con una pequeña colección de plantas que había ido reuniendo durante los años de la carrera, inició a reproducirlas y “comencé a vender en una pequeña mesa junto a artesanos en algunas plazas de Pachuca, todos los domingos, así que empecé a trabajar en esto que hoy es mi proyecto de vida”.
“Después iba a los invernadores con mi caja de plantas, que ya traían mi etiqueta, así que la gente me comenzó a buscar y todo el trabajo lo comencé a realizar desde el patio de la casa, y llegaban personas a ver lo que tenía y así, más y más hasta que se me hizo incómodo porque vivía con mi mamá”, expone.
Así que decidió rentar un pequeño terreno y tras ganar un proyecto en el Instituto de la Juventid (Injuve), obtuvo 30 mil pesos con el que colocó la primera estructura que resguardaría a sus plantas de las inclemencias del tiempo, fueron siete años y “supe que este sería mi negocio, mi proyecto de vida”.
Tres años rentó en el lugar, hasta que el espacio fue insuficiente para continuar con la reproducción de sus cactáceas y hace dos años, gracias al apoyo de Innova de Tulancingo, asi como del arquitecto Jesús Bravo y la arquitecta, Consuelo Muñoz logró que le rentaran-prestaran un espacio mayor, un terreno ubicado en el boulevar Saucillo-San Fernando, en donde sus diferentes tipos de cactáceas se reproducen sin parar, y requiere ya de una camioneta para llevar pedidos a todas partes de Hidalgo.
“Así que ahora me dedico por completo a este proyecto, a la producción de cactáceas, plantas africanas y suculentas en general y la colección ha crecido, y el desarrollo del conocimiento sobre éstas ha crecido conmigo, con mi proyecto de vida y nos ha ayudado a consolidar este espacio, mi empresa de plantas Cactáceas México en donde quise establecer un Jardín Botánico para que también estudiantes conozcan la riqueza de la flora nativa que se tiene en México e Hidalgo, además de tener otro espacio para plantas en venta.
“También queremos que se tenga conciencia del cuidado que se debe tener con las plantas, ya que era muy común que se dieran las compras de campo, pero queremos direccionar a que tengan respeto por las mismas, enseñándoles el proceso de crecimiento de la planta y que le tomen el valor de las plantas”, dice.
Es así que con orgullo muestra cada una de las plantas que han crecido junto a su entusiasmo, y la admiración que tiene por ellas, convirtiéndose en uno de los coleccionistas más renombrados en Hidalgo, y por el cual, lo buscan de toda la república para adquirir uno de los cientos de ejemplares que guarda y cuida en este espacio, en el que trabajan más de cinco personas y en el que él continúa especializándose en este mundo de las cactáceas.