Rafael llevó en su lancha imagen de uno de los Reyes Magos; atribuye a milagro su prosperidad

Su lancha se llama Atziri, como el nombre de su nieta mayor. En ella y encomendándose a los Reyes Magos, ha podido ser testigo de otros milagros.

Lanchas en laguna de Cajititlán, Jalisco (Dalia Rojas)
Dalia Rojas
Guadalajara /

Este 7 de enero las imágenes de los Reyes Magos serán llevadas en lanchas por la laguna de Cajititlán, como parte de las fiestas patronales que tienen casi 400 años realizándose. Rafael Ramos, originario de este pueblo, vivió una historia de fe y milagro hace años cuando llevó en su lancha la imagen de Melchor.


La presencia de este Rey Mago, trajo abundancia y prosperidad a algo que llegó a creer perdido; tener su propia lancha. Además le ayudó a dejar atrás el vicio del alcohol que tanto daño le había causado a él y su familia.

“Mi ilusión era pasear al Rey Morenito, era la lancha más peor, todos los lancheros sabían, duré 15 años pagando o 18 años pagando los permisos. Lo cargué por artes o como sea del destino y de ahí empecé con esta cosa, al tiempo compré mi motor y me hice dueño de esta lancha”, dijo el ahora presidente de la Cooperativa de los Reyes de Cajititlán.

Aunque ya no recuerda el año exacto en que ocurrió el milagro, sí recuerda con alegría que en ese recorrido también le tocó llevar al presidente municipal y su familia, así como el sacerdote de la iglesia, sintiéndose bendecido con esta oportunidad.

“Todos saben que era muy borracho, 10 años perdido al vicio y en una semana se me cortó todo pero por vida le prendo diario sus veladoras. Cuando estrené lancha también dije que por vida lo que pudiera yo apoyar, yo lo apoyo, cuando compré mi motor le mandé a hacer castillo con la virgen de los músicos”, rememoró

Su lancha se llama Atziri, como el nombre de su nieta mayor. En ella y encomendándose a los Reyes Magos, ha podido ser testigo de otros milagros.

“La señora que vino, que la iban a operar del ojo y del oído, yo pedí, no soy quién, ni tampoco soy santo ni nada pero la fe mueve montañas y la señora se alivió”, dijo.

Ahora a su lado, se encuentra Ángel, un joven de 17 años que perdió a su papá tras padecer covid-19, a quien comparte además de compartir su conocimiento también comparte la fe y devoción que tiene hacia los Reyes Magos.

SRN

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