Solo dos veces al año se cambian las capas de los santos Reyes Magos de la parroquia de Cajititlán, en Tlajomulco de Zúñiga, una es el 27 de septiembre por el hallazgo de los Reyes y la otra se realiza el 7 de enero por su día.
Estas son otorgadas como parte de donaciones de los mismos fieles a quienes les fue concedido un milagro, los cuales se apuntan a lo largo del año en una lista de espera en la notaría.
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Este 2024 fueron hechas por Mabel Guadalupe Herrera Flores, como parte de una promesa a su madre y los Santos desde hace cuatro años.
“Fue todo a raíz de una manda que se hizo hace casi cuatro años. Estaba mi mamá enferma y pues yo le prometí que yo se las iba a hacer desde escogértelas hasta cortarlas hasta para que bueno les prometí, les pedí que se aliviara a mi mamá que estaba muy enferma y les prometí que ella se las iba a poner y pues lamentablemente pues mi mamá falleció, pero igual pues Dios nos hizo el milagro de qué no sufriera y pues ya está con Dios”, dijo Mabel Guadalupe Herrera Flores, encargada de hacer cambio de capa este 2024.
¿Cuál es la razón de los colores elegidos para las capas?
Explicó también la razón de elegir los colores morado, blanco y dorado para sus capas, en las cuales tardo un mes en realizarlas.
“Elegí morado y el blanco, precisamente por el milagro que yo les pedí para mi mamá, y pues el hecho de qué haya fallecido. Por eso escogí el blanco y el morado que representan. Pues sí la vida y la muerte de Jesucristo, como pasó con mi mamá”, explicó.
Fue Acompañada de su padre e hijo quienes también tienen un padecimiento de salud, al igual que ella que tiene un catéter en el corazón, para agradecer el seguir con vida y pidiéndoles los siga protegiendo.
Las capas anteriores blancas con rojo, fueron hechas por Alejandro Ponce, encargado de Casa de Modas Yerena, con quienes acudieron los feligreses del año pasado a pedirle el trabajo.
El cambio de estas se llevó a cabo a las 9:30 horas previo a que comenzara la peregrinación de fieles por las calles del pueblo.
Cabe señalar que cómo parte de la tradición, el papel que fungen las capas son para realizar los tocamientos de los creyentes, quienes llevan a sus niños menores de un año para ser cubiertos por estas; al igual que algún objeto al que quieran les de protección durante el año.
Las familias que también buscaban su bendición ingresaban a la capilla donde los cubrían con otra capa más grande.
JMH