Música, baile y comida son los pilares de las peregrinaciones que se llevan a cabo del 31 de diciembre al 8 de enero en honor a los Santos Reyes Magos, en la localidad de Cajititlán, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.
Por día se realizan dos peregrinaciones, una a las ocho de la mañana y otra a las cinco de la tarde. Habitantes de Cajititlán y personas que ya no residen ahí, pero son originarias de esta localidad, se organizan para hacer posible esta manifestación religiosa.
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"Empieza el recorrido a las 8 de la mañana y todos los del pueblo se organizan y cada día les toca a diferentes personas, entonces todo el pueblo es participe de estas fiestas, entonces cada quien lleva un día y así es como se organizan", dijo Claudia Morales, habitante de Cajititlán.
¿Cómo es una peregrinación en Cajititlán?
La peregrinación da inicio en la casa de la familia Rodríguez Ávila, una de las organizadoras. Ahí se reúnen los danzantes, músicos y fieles para recorrer las calles del pueblo.
"A nosotros nos inculcaron estas tradiciones desde pequeños y pues aquí estamos. Pues más que nada por la fe que le tiene uno y las mandas que pide uno hacia los Reyes Magos", comentó Diego González, habitante de Cajititlán.
Los danzantes, desde niños hasta adultos mayores, guían la peregrinación.
"Pues la preparación es de tres meses atrás y pues para sacar los bailes. Pues la gratitud hacia ellos por tantos favores recibidos", mencionó Rosario Reyes, danzante.
Tras casi media hora de danzar y caminar, llegan a la Parroquia de los Santos Reyes.
Pero ese no es el destino final, regresan a la casa de la familia Rodríguez Ávila para desayunar un pozolito rojo, hecho en conjunto por las familias organizadoras.
A nadie se le niega la comida, sin importar si participaron en la peregrinación. En total, sirvieron 500 platos de pozole.
"Los peregrinos están encantados, toda la gente ya cada año y aquí hasta los de vialidad, a todo mundo. No tenemos específicamente a la de los peregrinos, la música, la danza, no, a todo mundo que se arrima", señaló Raúl Rodríguez Ávila.
Estos nueve días son de fiesta para el poblado de Cajititlán y no se escatima en música y comida para aderezar el sentido religioso de la celebración a los Santos Reyes.
JMH