Calandrieros ven 'venganza' en operativo

Rechaza dirigente que se explotara a la yegua que parió en el Parque Morelos el viernes pasado.

El sábado se retiraron de la circulación cinco de las 26 calandrias inspeccionadas. (Víctor Hugo Ornelas)
Maricarmen Rello
Guadalajara /

Calandrieros que aún no firman el convenio para cambiar los vehículos de arrastre por calandrias eléctricas señalan que el operativo realizado el fin de semana pasado por el Ayuntamiento de Guadalajara “fue una respuesta en 'venganza' tras darse a conocer la declaratoria de las calandrias como Patrimonio Cultural Inmaterial de Jalisco”. 

Rafael Méndez Barajas, dirigente de la Unión de Calandrieros, sostuvo que esta declaratoria “motivó el coraje” de algunos funcionarios que ordenaron el operativo. Añadió que con esta acción “los más perjudicados fueron los compañeros que sí tienen el convenio firmado (de transición al nuevo modelo)” porque fueron precisamente miembros de este último grupo quienes tendrían permisos vencidos, y se aprovechó el fin de semana en que no está abierto el servicio de renovación de licencia. 

“Como nosotros tenemos los permisos en regla, con nosotros no hubo ningún problema, los que firmaron pues desgraciadamente por ahí se dijo que iban a fregar a muchos para que hubiera más trabajo para las calandrias eléctricas… Vamos a ver qué sigue, porque nosotros pensábamos que con ellos iba a haber tolerancia, porque ya habían aceptado el cambio”, resaltó. 

El dirigente indicó que los nueve propietarios de calandrias de arrastre que aún se niegan a firmar el convenio, porque no les conceden la propiedad del vehículo eléctrico, siguen firmes en trabajar hasta que se les venza el permiso. En tanto, externó al gobierno del estado el agradecimiento del gremio por haber nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial a las calandrias. 

Como Patrimonio Cultural Inmaterial se pueden incluir prácticas y expresiones vivas heredadas de generación en generación como tradiciones orales, artes escénicas, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas. 

Por otra parte Méndez Barajas, rechazó que se explotara a la yegua que parió en el Parque Morelos el viernes pasado, e informó que este martes se darán detalles y pruebas de la salud de la yegua y su cría. “Todavía no era su tiempo de parir y yo me la llevé en la mañana a trabajar, y cuando notamos que la yegua no quería comer, dijimos esto no está bien y mandé por otro caballo para cambiarla y la yegua estuvo ahí sin trabajar. La persona que me releva en el turno me dijo que la yegua ya iba a parir y que ya no alcanzaban a llevarla de regreso, por eso la llevamos al Parque Morelos, porque ahí hay tierra y pudo parir perfectamente y la yegua y su cría están bien y quien guste puede ir a la caballeriza”, narró. 

Rafael Méndez dijo estar seguro que el incidente también fue aprovechado por la autoridad municipal en contra de los calandrieros al acusarlos de crueldad animal. “El proceso de parto de la yegua fue normal, no fue por explotación ¿o vamos a demandar a todos los doctores que ponen a las mujeres a caminar para poder tener un buen parto? No verdad, es un proceso natural que sucede y los animales también tienen que hacer ejercicio hasta que llega el parto”, ejemplificó. 

Los operativos de inspección a calandrias se llevaron a cabo en el Parque Revolución, la avenida Javier Mina, a la altura de la Explanada 18 de Marzo (ex penal de Oblatos) y en la avenida Marcelino García Barragán. El sábado se retiraron de la circulación cinco de las 26 calandrias inspeccionadas, cuatro de ellas por carecer de permiso para circular y una más porque el caballo registrado en el certificado, no coincidía con el equino que en ese momento jalaba el carruaje. 

Los cinco vehículos fueron llevados por grúa al Parque Agua Azul, y los caballos fueron retirados por los calandrieros, pues todos estaban en buenas condiciones. 

El domingo los operativos de inspección se repitieron pero no hubo vehículos detenidos. Este lunes, era notoria la baja en el número de calandrias circulando por las calles céntricas de la ciudad, ciertamente ocupadas al filo de las doce del día. Los calandrieros aseguran que es buena época, por las vacaciones, y que hay trabajo para las calandrias que hoy son patrimonio cultural y para las eléctricas que son “la novedad” entre los turistas habituales a esta capital. 

Aunque manifestaron su intención de recoger sus calandrias de inmediato, el Ayuntamiento tapatío informó que hasta las cinco de la tarde de este lunes no se había pagado la multa de 5 mil 678 pesos por cada unidad, por lo que ninguna había sido liberada.

GPE

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