A casi un año de las inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Tula, que provocaron pérdidas millonarias en el comercio de la región, habitantes, comerciantes, ambientalistas, elementos de policía municipal, así como de Protección Civil se mantienen alertas al crecimiento del río para evitar cualquier situación que ponga en peligro a la sociedad.
Así lo indicó Antonio Cruz, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Tula, quien agregó que a la sociedad ya no vive con la psicosis sobre la situación lamentable que se vivió en Tula, donde ser perdieron más de mil negocios y cientos de casas quedaron dañadas.
“La situación de la psicosis está bajando. Llovió hace unos días en Tula y la gente comprende que viene y se va el agua y no como sucedió el año pasado que llovió en la zona metropolitana, como en Ecatepec y la Ciudad de México, y el agua de allá se vino hacia acá, es por ello que hay vigilancia permanente.La gente está atenta, también hay ambientalistas y gente de Protección Civil que están puestos cuidando el nivel del agua, porque hasta el presidente municipal involucra a trabajadores para que hagan guardias y realicen observaciones para evitar cualquier situación”, explicó.
Señaló que el revestimiento del río, por una longitud de 3.4 kilómetros del puente del ferrocarril hasta el puente de tres culturales, mantiene más tranquila a la sociedad y, sobre todo, a los comerciantes que fueron de los más afectados por esta catástrofe natural.
“La lluvia viene más considerada y lo que menciona es que son 125 metros cúbicos por segundo lo que recibía el emisor oriente, y con estos arreglos, se calcula que tendrá capacidad para 600 metros cúbicos, por lo que será difícil de que llegue al desborde”, explicó.
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Ante este escenario, además de la noticia de que el ciclo escolar será realizado de forma presencial para el próximo lunes 29 de agosto, le da aliento al sector por la movilidad que se generará después dos años de que la pandemia ha provocado, sin embargo, requieren que el transporte público también reactive a su sector.
“Vemos muy bien el asunto de regreso a clases y creemos un incremento del 20 al 22 por ciento de ventas, pero a los que les pegó más fuerte esta situación de la pandemia es a los transportistas y hay muchos que están molestos y se les explica que lo que se tiene que hacer que cuando se vaya a cerrar dos puentes, debido a los trabajos que se están realizando, es un programa de vialidades para que se les de la información a ellos y a la ciudadanía.También sería una opción que la línea de transporte ponga sitios afuera del Soriana o del Aurrerá ya que, si no, todo se va a congestionar y necesitamos que la gente se entere, porque los que no conocen tendremos que darle opciones”, concluyó.