Guerreras que vencieron el cáncer y tuvieron una reconstrucción mamaria lo derrotan una vez más al recuperar algo que también esta enfermedad les quiso arrebatar: su autoestima. Vuelven a sentirse femeninas luego de un proceso que las lleva a reencontrarse como mujeres.
El de pezón es el tatuaje con mayor sentido porque devuelve la última parte que les había robado esta enfermedad y recobran la confianza en sí mismas.
“Es fácil decir que el valor de la mujer no se reduce a un seno, pero solo quienes lo hemos vivido sabemos lo que significa el cáncer de mama”, comenta Clarita, tampiqueña de 40 años de edad.
La ama de casa y madre de tres hijos, enfrentó el padecimiento y lo venció. Tiempo después se realizó una cirugía reconstructiva pero aún se sentía incompleta, pues obtuvo su pecho, más no su pezón.
“Me veía frente al espejo solo una masa y me seguía sintiendo insegura. Mi esposo me apoyaba y pedía que no me sintiera yo así, pero no era suficiente”
Se enteró que hay lugares que sin costo alguno reconstruyen el pezón mediante un tatuaje que lo dibuja en una forma que parece real. Fue como se pudo sentir renovada.
Y es que esto va más allá de una cuestión estética, comenta Karla Santiesteban, cuyo negocio, Micropigmentación Avanzada de Tampico, es uno de los que brindan el servicio de manera gratuita durante octubre, mes de la lucha contra el cáncer de mama.
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Ella reconstruye la aureola con una técnica de micropigmentación que resuelve la necesidad de muchas mujeres para volver a vivir en plenitud. Brinda apoyo a quienes por su condición económica no pueden pagar por ello, solo tienen que acudir a Obregón 310 zona centro de Tampico.
La pandemia de coronavirus no vino a frenar este esfuerzo. La fase dos permite seguir operando bajo un estricto protocolo sanitario para proteger a quienes acuden y que incluye desde tapete sanitizante, gel antibacterial, cubrebocas, caretas, lavado de manos y desinfección constante.
“Es una gama donde lo que hacemos es reconstruir la parte de la areola y el pezón a las personas que vienen de un padecimiento de cáncer de mama”.
Estas mujeres ya pasaron por una cirugía y les reconstruyeron su seno, sin embargo quedan con la secuela de no tener pezón ni aureola.
“Se hace un dibujo y se va pigmentando a manera de que parezca natural, se toma una medida para asemejar la forma, se maquilla y queda muy real, todo se hace cuidando mucho su privacidad, son personas que no quieren ser exhibidas”.
El proceso varía dependiendo de cada persona y su tratamiento médico, como requisito deben llevar la autorización de su doctor y se utilizan pigmentos vegetales que no pongan en riesgo la salud de la mujer.
“Son mujeres guerreras, luchonas, con ganas de salir adelante, que ya pasaron y se sometieron a un proceso muy largo, traen muchas ganas de vivir y reincorporarse como una persona normal”, destaca Santiesteban.
La pigmentación les va a durar de un año y medio a dos años y paulatinamente se está retocando. En este sitio han atendido a más de cien mujeres en su mayoría mayores de 35 años de edad, pero una ocasión acudió una de 25.
La idea surge cuando el DIF Tampico les hace saber que existía esta necesidad. La experiencia deja el aprendizaje de valorar aún más la vida y la salud, pero sobre todo la importancia de cuidarse y revisarse, porque una detección a tiempo es sinónimo de derrotar a la muerte.
Un cáncer de mama puede causar estragos en la vida de una mujer, pero hay lugares donde también se ayuda a quienes han pasado por una mastectomía o están en tratamiento médico oncológico a verse y sentirse mejor y con ello elevar su autoestima.
Las boutiques oncológicas contribuyen a cambiar vidas brindándoles desde prótesis, pelucas y hasta brasieres especiales para lucir aún más hermosas y seductoras. Dubelle, es un lugar dedicado a ellas, cuyas fibras y corazones han logrado tocar para recordarles su feminidad.
En la lucha contra el cáncer de mama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve hoy en día un programa integral que considera la prevención, detección precoz, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y los cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida de la población con esta enfermedad.
ICGC