No sólo es uno de los platillos favoritos durante la temporada de Cuaresma, sino que es uno de los más raros por la diversidad de sus ingredientes y los sabores que trae consigo a cada bocado, hablamos de la de la muy tradicional, amada por muchos y odiada por otros; capirotada.
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Este platillo protagonista de la Semana Santa es una preparación muy antigua y aunque sea difícil de creer tiene su origen en España solo que no como se le conoce ahora, sino más bien como una preparación salada; una especie sopa hecha a base de pan y así permaneció hasta 1888. Luego se modificó a una especie de budín aderezado.
También existe la versión de la capirotada francesa para la cual se utilizaba carne y embutidos. Con el paso de los años se adoptó más la versión ‘dulce’ por ser la típica de cuaresma y así siguió hasta las generaciones de mitad del siglo XX.
La primera innovación que hubo a este platillo fue el de fue remojar el pan viejo en una salsa de jitomate, con especias y piloncillo, hasta dejar de lado lo salado y convertirse en postre, claro sin dejar de lado su vocación cuaresmeña que consiste en utilizar productos de segunda oportunidad como símbolo de humildad.
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El nombre de la capirotada hace referencia al empalme, en este caso de los ingredientes, y con el paso de los años en México cada estado fue perfeccionándola a su modo y con sus ingredientes estrellas, en el caso de Jalisco, con virote salado.
Actualmente existen varios tipos de capirotada como la blanca a base de picón, o la tradicional, sin embargo existe un sinfín de formas de prepararse aunque siempre como base se compone de pan, piloncillo, canela, cacahuates, pasas y queso.
Al ser un platillo que se consume principalmente durante la cuaresma, se dice que tiene interpretación religiosa, la más conocida señala que el pan representa el cuerpo de Cristo; la miel su sangre. La canela recuerda la madera de la cruz y los clavos de olor a los que se utilizaron para crucificarlo.
Por no ser uno de los postres más apetitosos a la vista, este platillo es amado por muchos y odiado por muchos más sin embargo esconde en cada bocado un gran sabor que se ha vuelto tradición en esta temporada y Jalisco año con año es uno de los estados en donde existe mayor producción y consumo.
MC