Ni los fuertes rayos de sol, ni las grandes filas para acceder al panteón San Nicolas Tolentino, impidieron a miles de personas celebrar el Día de Muertos en el cementerio más importante de Iztapalapa, donde entre mariachis y banda, se vivió un ambiente colorido para honrar la memoria de los seres queridos que se adelantaron.
Al entrar al panteón civil -que fue custodiado por elementos del Ejercito y la Guardia Nacional- destacaba el olor a copal (incienso que se utiliza para limpiar el lugar de los malos espíritus), que metro tras metro daba el tono de Día de Muertos en el lugar, que recibió a poco más de 70 mil personas durante este 2 de noviembre.
En la parte alta del cementerio, se encontraba la familia de “Don Gonzalo”, que falleció en 2020 durante la pandemia del covid-19, y que a pesar del dolor por la perdida, se decían felices los seis hermanos -hijos- del señor, que era gran admirador de las canciones rancheras de Vicente Fernández.
Al son de “Hermoso Cariño”, un grupo de mariachis comenzó a tocar la canción que hacía recordar las veces que los familiares convivían con Don Gonzalo; hasta su hijo recordó las veces que su papá tomaba cerveza y pulque en las fiestas familiares, pues “él era el que unía a la familia, siempre que tomaba ponía Vicente Fernández”.
Luego de que el mariachi entonó una serie de canciones de “El Charro de Huentitán”, la hija mayor recordó que su padre siempre deseó ser enterrado, para que toda su familia lo fuera a visitar, y esta vez no fue la excepción, pues más de 20 familiares se dieron cita en el Panteón Civil para honrar el legado de Don Gonzalo.
“Nos decía que él quería estar enterrado para que lo viniéramos a ver, todos los hijos, nietos, bisnietos y toda la familia; él está feliz, siempre unía a todos, ya son dos años de muerto, pero venimos cada año, enserio mi papá era muy querido”, señaló.
“A mi papá le gustaba hacer ejercicio y además estaba bien ponchado. Para nosotros es muy importantes venir cada año, venimos de hecho seguido, pero más importante el 2 de noviembre, venimos todos”, agregó.
Ya son 24 años visitando a mis padres
Algunos metros más adelante se encontraba la familia “Leija Padrón”, comandada por el señor Leija, que por 24 años se ha dado cita en el Panteón Civil de Iztapalapa para visitar a sus padres, que se adelantaron hace un largo tiempo.
“Viejo mi querido viejo”, cantaba un trío a la memoria de sus padres, mientras que el señor Leija relató que a pesar de que sus familiares ya se fueron, en Día de Muertos sabe que regresan con él, gracias a las creencias que le inculcaron cuando era un niño.
“Lo bonito de este día es la convivencia, las creencias que nos dejaron nuestros padres, porque sabemos que ya se fueron, pero también sabemos que están con nosotros”, dijo.
El señor, junto a otros 10 familiares se dieron cita desde las 11 de la mañana, donde con fotos, canciones, y los recuerdo que les quedan, recordaron a los padres, haciendo un legado a su memoria. “Estamos bien a gusto en familia, conviviendo un rato con los papas, y nos juntamos la mayoría somos 11”.
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Con un camino de cempasúchil, bandas recordando los gustos musicales de las personas fallecidas, y -sobre todo- un ambiente familiar, se llevó a cabo el Día de Muertos en el Panteón San Nicolas Tolentino, donde se prohibió la entrada con armas y alcohol, pero no las ganas de convivir con los familiares que ya no están, al menos, en el plano existencial.
HCM