El Cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, calificó como grave la situación ocurrida el pasado 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, debido al grado de violencia y el peligro al que se expuso a la ciudadanía, luego del operativo realizado por fuerzas federales para capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
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“Ya conocemos nosotros la versión oficial; por qué se actuó así y se tomó esa decisión, de todas maneras no deja de sorprendernos a la mayoría de los mexicanos el que se haya actuado con tanta falta de profesionalismo y con tanta ligereza ante una realidad que está golpeando gravemente a nuestro país que es el narcotráfico”, manifestó Robles Ortega.
Destacó que en gran parte del país, la presencia del crimen organizado se siente, dadas sus permanentes acciones y que es conocida la forma en la que actúan y reaccionan: “resulta de no creerse que nuestra máxima autoridad y su gabinete de seguridad no hayan tenido la capacidad de prever las reacciones y de prever el poner en riesgo a la ciudadanía”.
Asimismo, Robles Ortega declaró que por más que las autoridades den explicaciones y traten de justificar la forma en la que se llevó a cabo dicho operativo, la sensación que permanecerá en muchos de los ciudadanos, será que las instituciones no son las que velan por la seguridad de la gente, que se encuentra a la deriva y en manos del crimen organizado.
MC