Ciencias e ingenierías, carreras con poca participación de mujeres

Rivas Arreola, académica de la Ibero de Puebla, expresó que el factor económico inhibe la participación profesional de las mujeres.

Ana Teresa Rodríguez Martínez | Especial
Jaime Zambrano
Puebla /

En las carreras de tecnología, ciencias naturales e ingenierías, menos de 10 por ciento de la matrícula corresponde a mujeres. A pesar de los avances en equidad, la norma de género dicta que las mujeres deben ser abnegadas y sumisas, mientras que aquellas que triunfan son egoístas y desobligadas de la familia.

María José Rivas Arreola, académica de asignatura en el Departamento de Ciencias e Ingenierías de la Universidad Iberoamericana Puebla, expresó que el factor económico inhibe la participación profesional de las mujeres.

“Las familias deciden invertir en la educación de los hijos varones, pues ellos están llamados a convertirse en proveedores; mientras que ellas deberán ocuparse de las labores de maternidad”, explicó la especialista.

Durante el panel “La mujer tecnóloga y científica, su participación en alta dirección”, organizado por las Universidades del Sistema Universitario Jesuita”, Rivas Arreola destacó que el reto es que todas las personas, mujeres y hombres, cuenten con la posibilidad de convertirse en lo que anhelan ser

Por su parte, Ana Teresa Rodríguez Martínez, actual líder digital para Clúster Andino, Centroamérica y el Caribe de Pfizer, explicó que, actualmente, la presencia de las mujeres en carreras de áreas de tecnología es de tres por ciento, en ciencias naturales de cinco por ciento y en ingenierías de ocho por ciento.

Lamentó que continúe la persistencia del estereotipo de que las jóvenes no pueden desempeñarse en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas porque desde pequeñas, las niñas son educadas para adoptar roles de desarrollo relacionados con el cuidado y el espacio doméstico.

Para la responsable de las dependencias de la farmacéutica en cinco países, la equidad debe iniciar en los hogares, mientras que las empresas han de impulsar el crecimiento profesional de las mujeres.

“Mis superiores me han dicho: ‘Ana, no por ser mujer no puedes hacerlo’. Tenemos que colaborar todos y hacer disponible el acceso a personas que te inspiren”, comentó.

En su oportunidad, Clara Patricia Ríos Ibarra, investigadora del Departamento de Procesos Técnicos e Industriales en el ITESO, destacó que las dinámicas de género operan de tal manera que las actividades profesionales son masculinizadas o feminizadas.

“Las oportunidades deben estar al alcance de todas las personas para que se pueda decidir sobre la profesión que se desea. Mi trayectoria de vida me inculcó no sentirme víctima de un estereotipo, sino mantener la atención abierta a la crítica constructiva y a las oportunidades. En el ámbito profesional, las oportunidades deben ser entregadas con base en el desempeño y los principios éticos del profesionista”, expresó.

En tanto, María Eugenia Mena Navarro, coordinadora del Área de Compras y Abastecimiento en Desarrollos y Acabados en Poliuretano León, resaltó la importancia de los posgrados para dar el valor agregado al ejercicio profesional.

“El fortalecimiento de la academia a través de la divulgación científica y el trabajo con patentes debe ser el catalizador de redes de trabajo. De manera global, la ciencia y la tecnología se han visto opacadas por las oportunidades de éxito y el reconocimiento inmediatos que proliferan en las redes sociales. Aunado a ello, la complejidad de estas disciplinas se presenta como una misión imposible para las mujeres, especialmente cuando entran en conflicto con el mandato social de procreación”, lamentó.

AFM

LAS MÁS VISTAS