Conoce la Casa del Tejido: bordados entre agujas, manos y estambres

Mujeres se unieron para tejer y así formaron su grupo en Pachuca, ahora venden y fabrican su arte en bordado y más

Integrantes de la Casa del Tejido en Pachuca. (Especial)
Alejandro Reyes
Pachuca /

La Casa del Tejido, ubicada en la colonia Morelos, sobre la calle Héroes de Chapultepec, número 304, en Pachuca; se llama así porque desde hace ocho años un grupo de mujeres se reunió para comenzar a tejer un día sí y al otro también.


Blanca Arellano Martínez tuvo la idea de dar clases, su hija, Alba Estela Hernández Arellano, la siguió. Iniciaron con tres personas a quienes les enseñaron a tejer. Hoy suman 37 mujeres, entre ellas un par de hombres.

-La Casa del Tejido comenzó como una tienda de estambres, con el tiempo se transformó en un club de tejido. Algunas personas ya saben tejer y no vienen precisamente a las clases sino que vienen a pasar la tarde tejiendo-, cuenta Alba.

-¿Qué se les enseña en la clase?

-Enseñamos diferentes técnicas, dos agujas, enseñamos crochet, tunecino, bordado, bordado de tenango, telares, también hacemos zapatos tejidos, elaboramos prendas para niños, niñas, adultos, hacemos bolsas y amigurumis.

-¿Y es difícil tejer?

-Pues no, tener en realidad es sencillo, lo único que sí se requiere de mucha paciencia porque es algo que requiere cierta habilidad que se va aprendido con el tiempo y con la práctica, pero cualquiera puede aprender a tejer con la práctica, no es tan difícil.

Así aprendieron ellas

Doña Blanca tiene 65 años de edad y de ellos 45 los ha dedicado a tejer. Su hermana Lucía fue quien la enseñó. Alba aprendió de doña Blanca y ambas están al frente de la Casa del Tejido en la ciudad de Pachuca.

-Ya tenía tiempo que teníamos como la intención de hacer algo con esa habilidad de mi mamá porque ella con sus clientas de siempre había tenido trabajo, pero la idea era compartirlo con más personas, sobre todo la idea era dar las clases para poder compartir oficio de tejer y que no se pierda-, explica Alba.

Alba, de 44 años, dice que tratan de que más personas aprendan a tejer, que lo practiquen, lo transmitan y no se pierda. En un inicio doña Blanca daba las clases, Alba era administrativa en una telesecundaria en Epazoyucan, dejó su trabajo y se dedicó de lleno a ayudar a su mamá. Comenzaron con la Casa del Tejido el 17 de noviembre de 2016.

-¿Qué tipo de prendas hacen?

-Hacemos suéteres, capas, ropa para bebé, cobijas, bufandas, gorros, guantes, diademas, bolsas, chambritas de bebé, chalinas, suéteres de caballero, de dama, gorros, y ropa de temporada, ahorita estamos haciendo cosas navideñas y vamos cambiando de acuerdo a la temporada.

-¿Y qué es lo que les piden?

-Nos piden mucha ropa para niños, para bebés y suéteres para adultos, la mayoría de las personas que vienen a tejer tejen para ellas mismas y lo que más nos solicitan es mucha ropa de bebés.

Grupo de tejido

Alba dice que la satisfacción más importante que les ha dado el tejido es conocer mucha gente, compartir con otras personas lo que hacen, encontrar gente que también le gusta lo que hacen y les apasiona hacer cosas con las manos.

Cuenta que a las personas les da gusto cuando reciben las prendas que encargaron. Dice que en el tiempo que el grupo lleva tejiendo han acumulado experiencia con la cual entregan productos de calidad.

Las clases en la Casa del Tejido son de lunes a sábado, de 11 de la mañana a 2 de la tarde y de 5 a 7 de la noche. El costo de la clase es de 25 pesos si las personas compran el material en la Casa, les cuesta 35 pesos si llevan su propio material.

La temporada otoño-invierno es la de mayor trabajo para las integrantes de la Casa del Tejido, es su temporada alta. Les piden suéteres, bufandas, gorros, capas y ropa invernal. Para Alba los precios que dan son justos y competitivos. Los estambres, que asegura son de calidad, los surten de Chiconcuac, Estado de México, Puebla y la Ciudad de México.

Anécdotas  

Alba no recuerda cuáles fueron sus primeros trabajos. Ríe. La tejedora creé que debió de ser alguna bufanda o algún gorro porque dice que son las prendas más sencillas que enseñan en la Casa del Tejido. 

-¿Cuánto tiempo se llevan en elaborar una pieza?

-Más o menos tardamos entre ocho y 15 días para entregar una prenda. Sobre todo hacemos prendas por pedido, son muy personalizadas, de acuerdo al color que quiere el cliente, la talla y su gusto, tenemos esa posibilidad de poder ofrecerles una amplia gama de colores de estambre.

-¿En estos momentos qué prendas están haciendo?

-Hay muchas, ahorita tenemos chambritas, mameluco, suéteres, dos bufandas, otro mameluco y manoplas.

-¿Recuerdas cuál fue tu primer tejido?

-Lo primero que tejí fue… debe haber sido algo para mi niño el más grande, yo creo que fue una cobija que le hice a mi hijo el mayor, tengo dos hijos.

Tejer, para Alba, es un proceso satisfactorio, desde elegir qué es lo que va a hacer, los colores y ver cómo el movimiento de sus manos con las agujas entre los dedos van transformando la madeja de estambre en una prenda.

Para ella tejer es una terapia, la mantiene ocupada y dice que su mente y su memoria permanecen ágiles. Ha hecho prendas para ella y sus dos hijos. Alba teje desde hace 20 años y su hijo el más pequeño está aprendiendo.

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