Para las muinas y corajes, beber en Chignahuapan vinos herbales

Edición Fin De Semana

En municipios como Chignahuapan y Zacatlán, son comunes los licores frutales, infusiones y bebidas artesanales.

Casa Esmeralda en Chignahuapan | Andrés Lobato
Jaime Carrera
Puebla /

En el Pueblo Mágico de Chignahuapan existe un sitio de nombre Casa Esmeralda, en el cual se elabora de forma artesanal vinos herbales y frutales, exactos para que las muinas y los corajes ya no afecten, pero también funcionan como digestivos y hasta para hidratar la piel.

Al descender por unas escaleras de caracol en el ingreso a este recinto cultural y gastronómico, los locales y turistas pueden encontrar una cava con barricas de roble francés y americano, dentro de las cuales, por hasta 15 años, se añejan bebidas a base de todo tipo de hierbas, plantas y frutos.

Casa Esmeralda |Andrés Lobato

Con ágiles manos, Ronald Medina, encargado del sitio, toma cada botella de una forma tan natural que hasta parece sencilla la preparación de las bebidas y detrás de la barra, sirve tragos de estos peculiares vinos a todo turista que se dejó atrapar por la atractiva Casa Esmeralda.

Todo inició con el tatarabuelo de los actuales encargados, Guadalupe Martínez, quien como curandero realizaba una infusión de 14 hierbas que se suele usar como digestivo. Ahora, en la cava, la cuarta generación atiende el negocio y cuentan con más recetas mejoradas.

“Nuestros vinos se conocen como frutales, herbales y de diferentes tipos de semilla de la región. Se ocupa puro producto de la región norte de Puebla y tenemos el 14 hierbas que es diferente, no el tradicional verde, este lleva 32 tipos de hierbas, todo de uso medicinal”, explicó Ronald.
Vinos herbales y frutales |Andrés Lobato

Añadió que en la Sierra Norte, en municipios como Chignahuapan y Zacatlán, son comunes los licores frutales, infusiones y bebidas artesanales, por lo que en Casa Esmeralda se decidió mantener una innovación constante al respecto y ofrecer algo sorprendente a la clientela.

“Todo es reserva especial, desde uno hasta 15 años de añejamiento y el proceso es para hierbas y semillas, los antepasados, al principio, las preparaban en un envase de vidrio, una patona, al inicio no era con añejamiento, en la tercera generación se les ocurrió meterlo en la barrica”, expuso.

Y es que las barricas otorgan un toque amaderado a las curiosas bebidas que han sido del agrado de la gente, pues algunos regresan cada determinado tiempo para abastecerse de aquellas preparaciones que les fueron útiles para reducir algún malestar.

“Las barricas de esos robles son de las mejores maderas, utilizadas en cada tipo de barrica para ese sabor y no permite el filtrado de los líquidos, no deja que la madera suelte cachitos o sabores extras que no queremos en los vinos”, agregó sobre este tema Ronald Medina.
Vinos herbales y frutales |Andrés Lobato

Por ello, acudir a esta cava es toda una experiencia sensorial, a la cual la gente puede llegar desde el centro de Chignahuapan a través de un AxoloTour, camiones que por una módica cantidad los trasladan al sitio donde los espera la cava de vinos frutales y herbales.

En ese sentido, los encargados refieren que las bebidas son catalogadas como gourmet y poco a poco han ganado fama en el Pueblo Mágico, así como en otros municipios aledaños, por lo que buscan siempre satisfacer a su clientela que los visita.

“Y por los años abiertos al público, ya vienen por todas las gamas, algunos por los de hierbas amargas, otros que para la glucosa y los corajes y hay otros que vienen por el sabor, que ya saben que lo quieren tomar todo nuevamente, porque dicen que les gusta”, concluyó Ronald.

AFM

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